Ciudad Victoria, Tamaulipas. – En una acción que refleja una transformación silenciosa en las políticas de inclusión social en el Estado, el Sistema DIF Tamaulipas, bajo la presidencia de la doctora María de Villarreal, llevó a cabo el concurso de diseño artesanal “Talento Artesanal”, una iniciativa que, más allá del simbolismo, está generando modelos sostenibles de emprendimiento para personas con discapacidad visual.

El evento fue protagonizado por alumnas y alumnos de la escuela “Camino de Luz”, institución dedicada a la rehabilitación integral de personas con debilidad o pérdida visual, quienes presentaron sus propias marcas de bolsas de mano, elaboradas mediante técnicas tradicionales como el macramé y el crochet. En total, se exhibieron 12 marcas independientes, desarrolladas por igual número de estudiantes, en una pasarela que sirvió tanto de escaparate creativo como de plataforma de impulso económico.

Detrás de este concurso, aparentemente anecdótico, se revela una estrategia interinstitucional más amplia. Según constató este medio, el DIF Tamaulipas ha comenzado a trazar una ruta de formación, producción y comercialización artesanal que podría representar un parteaguas para la autonomía económica de personas con discapacidad, tradicionalmente marginadas de la agenda productiva.

La ganadora del certamen, Bethsaida Gabriela de los Reyes Lara, fundadora de BexiArt, no solo obtuvo un estímulo económico y la oportunidad de exhibir sus productos en el espacio estatal “Casa Colibrí”; también accedió al apoyo para el registro legal de su marca, lo que le permitirá escalar su proyecto a un modelo de microempresa formal.

A este esfuerzo se sumó la Secretaría de Economía de Tamaulipas, que ofreció herramientas de capacitación empresarial a todas y todos los concursantes, marcando una coordinación inédita entre políticas asistenciales y programas de desarrollo económico.

Fuentes cercanas al programa señalaron que esta colaboración no es aislada, sino parte de un plan piloto de mayor alcance que busca replicarse en otros grupos vulnerables del estado. La estrategia contempla no solo el desarrollo de habilidades productivas, sino la conexión con canales de venta y redes de comercio justo, lo que podría representar un cambio estructural en la forma de entender la inclusión social.

Mientras tanto, en el escenario del desfile, entre ovaciones y diseños hechos a mano, quedó en evidencia que lo que se celebraba no era solo talento: era también una oportunidad concreta de transformar condiciones de vida, una marca registrada de dignidad.