Profesor investigador de la UAT. Nivel 2 del SECIHTI.

El comercio global se ha visto profundamente afectado en 2025 por una serie de amenazas arancelarias recurrentes. Inicialmente, estas medidas se dirigieron contra los principales socios del T-MEC (México y Canadá), después contra China, y más recientemente contra miembros de la Unión Europea, Japón y Corea del Sur.

Estas acciones han generado incertidumbre en los mercados y han alterado las cadenas de suministro internacionales, elevando los costos y la volatilidad para empresas y consumidores.

Las tensiones comerciales han marcado el contexto previo a la revisión del T-MEC, programada para iniciar en septiembre de 2025 entre Estados Unidos, México y Canadá. Este proceso de revisión estaba previsto desde la firma original del acuerdo y busca evaluar el desempeño y la pertinencia de sus disposiciones ante los cambios globales.

Las recientes imposiciones y amenazas de aranceles han puesto a prueba la fortaleza del acuerdo trilateral y han generado dudas sobre la continuidad de la cooperación entre los tres países.

El gobierno estadounidense, bajo una agenda de “Estados Unidos primero”, ha presionado por condiciones más favorables para su economía, lo que ha llevado a considerar la posibilidad de renegociaciones bilaterales en lugar de mantener el formato trilateral tradicional.

México y Canadá han reiterado su compromiso con el T-MEC, pero han desarrollado planes de contingencia ante la posibilidad de que EE.UU. proponga cambios unilaterales o incluso la terminación del acuerdo. México, en particular, ha destacado la importancia de mantener la integración regional y ha señalado que la prioridad es preservar el acuerdo trilateral, aunque está preparado para escenarios alternativos.

Diversos analistas y funcionarios advierten que, ante la creciente tensión y la estrategia de presión de EE.UU., podría impulsarse una dinámica de negociaciones bilaterales. Esto rompería la inercia de cooperación trilateral que ha caracterizado tanto al TLCAN como al T-MEC durante más de tres décadas.

EE.UU. podría buscar acuerdos separados con México y Canadá para obtener concesiones específicas, aprovechando su mayor peso económico y político.

Perder el marco trilateral podría debilitar su poder de negociación y fragmentar la integración económica regional, afectando especialmente a sectores como el automotriz, agrícola y manufacturero.

El gobierno mexicano insiste en que la revisión debe fortalecer la integración y la competitividad de América del Norte frente a Asia, y considera que la cooperación trilateral es la mejor vía para lograrlo.

La revisión del T-MEC en septiembre de 2025 estará marcada por la incertidumbre y la presión arancelaria. Si bien México y Canadá buscan mantener la cooperación trilateral, existen señales claras de que EE.UU. podría intentar impulsar negociaciones bilaterales, lo que supondría un cambio significativo en la dinámica comercial de la región.

Jorge Alfredo Lera Mejía

Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).

Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.

Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.