Ciudad Victoria, Tamaulipas. - Ante el riesgo creciente de escasez de agua en la zona fronteriza de Tamaulipas, el secretario de Recursos Hidráulicos, Raúl Quiroga Álvarez, reconoció que la instalación de una planta desalinizadora podría convertirse en una alternativa de emergencia para garantizar el abasto a la población.

“Es una opción viable en escenarios críticos, no se descarta”, precisó el funcionario estatal, al referirse al acuífero del Bajo Río Bravo, cuya alta salinidad impide su uso directo tanto para consumo humano como para actividades agrícolas sin un tratamiento especializado.

Explicó que utilizar dicho acuífero sin regulación generaría afectaciones severas: en la agricultura provocaría salinización de suelos, y en el caso del consumo humano, implicaría altos costos operativos y tecnológicos para el tratamiento del agua.

Aún y así, subrayó que la prioridad no está en una planta desalinizadora, sino en ordenar las concesiones, evitar el uso indiscriminado y modernizar el sistema de riego agrícola, como medidas fundamentales para recuperar los volúmenes perdidos año con año.

Quiroga Álvarez dejó claro que la desalinizadora se mantendría como una solución de último recurso, que solo se pondría en marcha si las condiciones hídricas continúan deteriorándose en la región norte del Estado.

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