Ciudad Victoria, Tamaulipas. - A punto de concluir la trilla de sorgo en Tamaulipas, el verdadero desafío para los productores no está en el campo, sino en el mercado, ya que el precio por tonelada del grano se perfila nuevamente a la baja, generando inquietud entre los agricultores y el temor de que se repitan protestas como las de años anteriores, informó el secretario de Desarrollo Rural, Pesca y Acuacultura del Estado, Antonio Varela Flores.

El funcionario estatal reconoció que el precio del sorgo escapa por completo al control local, ya que responde a las dinámicas de oferta y demanda del mercado internacional.

“El precio lo marca el comportamiento global: si Brasil sembró de más, si Argentina cosechó bien o si en Estados Unidos hubo afectaciones. Todo eso incide directamente, y nosotros no podemos intervenir”, señaló el funcionario.

Frente a este panorama, dijo que el gobierno de Tamaulipas trabaja en esquemas de respaldo para evitar una nueva crisis, precisando que entre las alternativas que se analizan están los créditos con cobertura de precios y seguros agrícolas que garanticen la rentabilidad.

“Estamos impulsando herramientas que den certeza al productor. Si sabe cuánto va a recibir antes de sembrar, se reduce la incertidumbre y se evitan conflictos”, subrayó Varela Flores.

Otra preocupación latente son los llamados ‘coyotes’, intermediarios que aprovechan el arranque de la trilla para comprar grano a precios bajos.

Antonio Varela advirtió que estos actores siguen siendo una amenaza para los ingresos del campo tamaulipeco, y reiteró la urgencia de establecer mecanismos de comercialización directa en coordinación con organizaciones productivas.

“Sabemos que no podemos fijar el precio global, pero sí podemos proteger al productor a nivel local. Hemos estado en diálogo permanente con las uniones agrícolas, y nuestra prioridad es evitar que el sorguero tenga que volver a tomar las carreteras”, enfatizó.

Aunque se estima que la cosecha de este año ronde el millón y medio de toneladas, el ambiente económico es incierto, y para el gobierno estatal el reto no solo será cosechar bien, sino actuar a tiempo con apoyos estratégicos que eviten una nueva confrontación social en el campo.

oal