Ciudad Victoria, Tamaulipas. - La deserción escolar en el Colegio de Educación Profesional Técnica de Tamaulipas es del 20 por ciento y está relacionada con la reprobación del alumno o la dificultad económica que enfrentan en sus hogares, señaló el director general del Conalep, Fernando Arizpe Pedraza.

Explicó que cada año cientos de jóvenes inician su camino en el Conalep, con sueños y aspiraciones, sin embargo, reconoció que no todos logran llegar a la meta, a pesar de los esfuerzos institucionales que se han implementado desde hace ya casi tres años.

“Cerca del 20 por ciento  de los estudiantes abandonan sus estudios antes de obtener su certificado, pues detrás de cada joven que deja las aulas hay una historia, emociones a flor de piel, dificultades económicas que asfixian, calificaciones que no alcanzan las expectativas, y sobre todo, una realidad que muchas veces los empuja a rendirse”, expresó.

Consideró que los primeros meses son los más difíciles, ya que el primer semestre se convierte en una prueba de fuego: algunos descubren que el bachillerato no es lo que esperaban, otros simplemente pierden la motivación.

“Es en ese momento donde la deserción golpea con más fuerza, pero hay quienes resisten, aquellos que pese a las adversidades, encuentran razones para seguir adelante, amistades que se convierten en familia, clubes culturales y deportivos que les dan un propósito, maestros que los inspiran a no rendirse y el acompañamiento tutorial.”

Dijo que en el primer semestre es cuando ocurre más la deserción, tal vez porque no reúnen las expectativas de lo que buscaban o ya no quisieron y es más fácil que se salgan a diferencia del tercer o cuarto semestre cuando saben que les falta poco para terminar además de que ya hicieron amigos y forman parte de clubes culturales, sociales o deportivos.

Comentó que las estrategias para mantenerlos en las aulas existen, y una de las más efectivas es el apoyo económico, las becas no son solo un incentivo, sino un salvavidas para aquellos que enfrentan dificultades.

“Pero más allá del dinero, lo que realmente marca la diferencia es la cercanía, la atención personalizada, porque la educación no debería ser una batalla solitaria. Porque cada joven que abandona la escuela es un talento perdido, una historia que quedó inconclusa”, agregó Arizpe Pedraza.

oal