En la más reciente colaboración, en su última parte, hablaba sobre los grandes retos que tiene actualmente nuestro estado. Comenté de igual manera sobre importantes logros que en fechas pasadas se han anunciado. Inversiones en el tema hídrico, avances sustanciales en infraestructura carretera, acuerdos con instancias federales que prevén futuras acciones de beneficio y a otras que hacía referencia.

También comencé hablando sobre el caso del ex gobernador Tomás Yáriington, a quien le acaban de dictar auto de formal prisión y el cual encabezó titulares nacionales. Hoy me encontré con una amistad del ámbito periodístico y en nuestra conversación me hizo la observación que sentía que he sido un “suave crítico” sobre la administración actual.

Sin concordar acepté su comentario, ya que en verdad celebró la libertad de expresión, pero si exponiéndole mi sentir. He escrito columnas en apoyo y otras de crítica, quizá a veces no profundizo demasiado por ser temas ya muy conocidos y/o comentados y mi estilo no es estar dale y duro solo por el hecho de criticar.

Decido ser propositivo y apoyar a mi manera para que con esfuerzos conjuntos hagamos que las condiciones mejoren. No soy de aquellos que comienzan rachas de golpeteo evidentes para después esperar llegar a un arreglo o monetizar la situación. Tampoco soy de los aduladores que ponen tapetes y avientan mil flores a personas no meritorias de ellas.

El que me conozca sabe que nada más la cara de “pen-ingenuo” tiene uno, pero ya son años de estar atento, inmerso o participando de una u otra manera en diversos ámbitos socio políticos del estado que tanto amo. Me siento afortunado por grandes amistades de muchas estirpes, razas, credos, estatus sociales, creencias políticas y más con los cuales amistosa y alegremente interactuó.

Gracias a lo anterior, me entero de muchas situaciones que pasan, aparte de ser lector y analista de ámbitos nacionales e internacionales. Muchas anécdotas y comentarios los guardo, respetando siempre la confianza y otros a su manera los comento o hasta me piden quienes me lo comunican que así lo haga.

No soy columnista de espectáculos ni alguna revista de chismes, mis respetos para ellos y/o para quien así escribe o se conduce, pero por lo mismo desde la concepción de este espacio escrito, lo titulé Redención Intelectual, con la intención de coadyuvar cualitativamente para redimir el intelecto. Mediante colaboraciones que informen pero que traten de siempre poder dejar algún aprendizaje de una u otra manera o al menos alguna reflexión.

Creo que en lo genuino está el real brillo de cada quién y aunque tengo mis particulares puntos de vista, soy respetuoso del pensar de los demás. Aplaudo lo que bien se hace y comentó o critico lo que considero se puede hacer mejor. Al final del día es una columna de opinión, no soy un todólogo pero si trato siempre de estar preparado y bien informado.

El estar confrontándose siempre nos lleva a situaciones de real encono y distanciamiento, y esto exacerbado culmina hasta en conflictos armados como los que lamentablemente vemos en otras partes del mundo sin contar nuestra realidad nacional y su tema grande de inseguridad.

Amo tanto a mi estado que deseo verlo mejor y siento que la manera más idónea de salir adelante es ser participativos y congruentes. Nunca silentes y agachones y menos sin vergüenzas y ocasionadores de problemas a lo tonto. Apoyo cuando tengo que apoyar y muestro mi discernimiento cuando la ocasión lo amerite.

¿Qué si hace falta mucho por hacer y muchas cosas no están del todo bien? Por supuesto y eso lo he externado previamente, ¿Qué hay cosas que se han hecho bien por el beneficio de los tamaulipecos? Claro que sí y eso también lo comento y celebro. Estamos en un punto crucial en la vida política de nuestro estado y país, y lo que se haga o deje de hacer va a marcar a cada quien.

Es como estar en un mar con fuerte oleaje, vientos que desestabilizan y abajo del agua mucho tiburones, campear tales condiciones no son para nada fáciles y si vamos en un mismo navío, pues uno espera que todos comprendan que la aportación de cada quien es crucial para no hundirse. Claro que en el navío pueden ir capitanes, marineros, simples pasajeros piratas, ratas y de más, pero así está la situación y así se tiene que navegar.

Apoyar es aportar cualitativamente con una visión de comunidad y no solo estar señalando ni tampoco adulando. Tamaulipas nos necesita a todos y a todos nos conviene que Tamaulipas salga adelante y brille.

P.D.

A mi amigo le llegó un mensaje vía WhatsApp mientras conversábamos, con una nota fuerte, controversial e interesante sobre el proceso de elección judicial actual en el estado. ¿Vamos a ver que comenta al respecto?, si es que lo hace...

Time to put your money where your mouth is my friend =)

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)