Altamira, Tamaulipas.- Tres estudiantes del CETIS 78 turno vespertino agredieron brutalmente a una compañera a las afueras del plantel educativo, dejándola con lesiones visibles. Pese a la gravedad del ataque, la dirección del centro escolar se ha deslindado de toda responsabilidad, argumentando que los hechos ocurrieron fuera de sus instalaciones.

La madre de la víctima, identificada como Griselda H., denunció públicamente que su hija ha sido objeto de acoso y burlas constantes por parte de varias compañeras de clase, hasta que el conflicto escaló a una agresión física al término de la jornada escolar.

“La siguieron al salir y la golpearon entre tres”, relató la madre. Detalló que las agresoras la jalaron del cabello, la patearon y golpearon repetidamente en plena vía pública, frente a otros estudiantes. Algunas personas intervinieron para detener la golpiza, pero la joven ya había sufrido heridas de consideración, mismas que sirvieron como prueba para presentar una denuncia ante la Fiscalía General de Justicia del Estado.

La respuesta del CETIS 78 ha sido indignante para la familia, pues el director Julio César Barrón Morales se negó a asumir cualquier tipo de responsabilidad. De acuerdo con la madre, el funcionario afirmó que al tratarse de un hecho ocurrido en la calle, la escuela no tiene competencia. No obstante, todas las involucradas portaban el uniforme institucional y el conflicto se originó dentro del aula.

Durante una reunión convocada para abordar el caso, el director llegó tarde y minimizó lo ocurrido, generando mayor molestia entre los padres de familia que acompañaban a Griselda H.

Omisión institucional y revictimización

El ataque no fue un hecho aislado. Según la denuncia de la madre, su hija ya había reportado anteriormente el hostigamiento que sufría dentro del salón de clases, sin que el personal docente ni administrativo actuaran. Esta omisión, sostiene la familia, permitió que la situación se saliera de control.

“Si hubieran intervenido desde el principio, esto no habría pasado. No solo se trata de golpes físicos, es el daño psicológico, el miedo que ahora tiene mi hija de volver a la escuela”, lamentó la madre.

Exigen justicia

Griselda H. presentó una denuncia formal ante la Agencia del Ministerio Público Especializada en Justicia para Adolescentes, exigiendo sanciones para las agresoras y medidas preventivas dentro del plantel.

El caso ha generado indignación en redes sociales, donde padres y estudiantes exigen que las instituciones educativas asuman su responsabilidad ante hechos de violencia que, aunque ocurran fuera del plantel, están claramente ligados a la vida escolar.