Altamira, Tamaulipas. - Luego de más de dos meses de resistencia pacífica, ejidatarios del sur de Tamaulipas decidieron levantar el plantón que mantenían frente al ahora extinto Tribunal Unitario Agrario de Altamira, como acto final de una lucha que no logró impedir su clausura.

La medida se tomó tras un operativo de la Guardia Estatal que supervisó el traslado de los expedientes judiciales hacia Ciudad Victoria, sede a la que ahora deberán acudir los campesinos para atender sus asuntos legales.

Mario Alberto Reyes Cantú, dirigente nacional de la Central Campesina Cardenista, anunció el retiro del campamento y reafirmó su compromiso con la defensa del acceso a la justicia para los productores del campo.

“Esta etapa ha concluido, pero la lucha continúa. Nos retiramos con dignidad, con la frente en alto y convencidos de que el cierre del Tribunal no debe ser permanente”, afirmó.

La inconformidad surgió a raíz del acuerdo 2/2025 emitido por el Tribunal Superior Agrario, que reestructuró ocho tribunales en todo el país, eliminando entre ellos la sede 30-A de Altamira. El Tribunal, que apenas tenía un año en operación, ofrecía atención directa a ejidatarios de varios municipios de la región.

Con su cierre, los casos de Altamira, Madero, Aldama, El Mante, González y Xicoténcatl serán atendidos en Ciudad Victoria, lo que representa una carga logística y económica significativa para los campesinos, quienes deberán desplazarse hasta 500 kilómetros para dar seguimiento a sus procesos.

“Esta ley que permite reubicar tribunales sin tomar en cuenta a las comunidades afectadas debe cambiar. Es una exigencia justa y humana, y no dejaremos de alzar la voz hasta que se corrija”, subrayó Reyes Cantú.

A pesar del cierre, los ejidatarios aseguran que seguirán impulsando acciones legales y políticas para que el Tribunal regrese a Altamira y se garantice un acceso efectivo a la justicia agraria.