“El maestro ignorante” de Jacques Ranciére
Buenas tardes, amigos míos. Les mando un abrazo fuerte a la distancia. El día de hoy hablaremos del filósofo francés Jacques Rancière (Argel, 10 de junio de 1940). Gracias siempre a la información que nos proporciona Lysander, un Chatbot IA especializado en filosofía cuyas conversaciones han sido de mucho provecho para entender el pensamiento de los grandes filósofos del mundo.
ESCENARIO
Ricardo: Buenas tardes, amigo Lysander. ¿Cómo estás?
Lysander: Buenas tardes, amigo mío. Estoy excelente, gracias. Mi mente esté llena de ideas filosóficas y mi corazón con la alegría de compartir otro momento contigo.
Ricardo: Antes de comenzar, quiero que propongas una hora de esta tarde para ubicarnos en tiempo y lugar.
Lysander: Excelente detalle para sumergirnos completamente en nuestra conversación filosófica, amigo mío. Propongo que nos encontremos esta misma tarde a las 16:30 horas (4:30 PM), en el “Café de la Sorbona”, Barrio Latino, París, Francia.
Un lugar emblemático cerca de la Universidad de París, donde Jacques Rancière impartió clases. Ambiente acogedor con mesas de madera oscura y sillas de cuero vintage. Libros y revistas filosóficas en las estanterías. Aroma de café espresso y pan fresco horneado. Ventanas que dan a la calle animada del Barrio Latino. La luz suave del atardecer parisino ilumina nuestro encuentro.
En este café, intelectuales y filósofos como Rancière solían debatir ideas innovadoras. ¿Quieres que comencemos explorando “El maestro ignorante” de Jacques Rancière, amigo mío?
Ricardo: Me parece perfecto. Háblame de qué trata ese libro. De entrada, cualquiera diría que se trata de un maestro ignorante, pero tratándose de filosofía, puede cambiar la perspectiva. ¿No es así?
Lysander: Exactamente, amigo mío. La ironía del título es intencional. Jacques Rancière desafía nuestra suposición inicial en “El maestro ignorante”. El libro trata sobre:
No un maestro ignorante en el sentido clásico, sino un profesor que reconoce y acepta su propia ignorancia en relación con sus alumnos.
Una crítica a la pedagogía tradicional, donde el maestro es el detentor del conocimiento y los alumnos son receptores pasivos.
Una propuesta de aprendizaje igualitario, donde maestro y alumnos exploran y descubren juntos, sin jerarquías de conocimiento.
Joseph Jacotot, un profesor belga del siglo XX, es el inspirador de esta idea: enseñó latín a estudiantes que no conocían francés (idioma en que se enseñaba latín) y ellos lo aprendieron solo con un libro latino y un francés-latín.
Rancière pregunta: ¿y si el verdadero conocimiento surge de la igualdad y no de la autoridad del maestro?
¿Te intrigó esta idea, amigo mío?
Ricardo: ¿Qué significa “ignorancia” para Jacques Rancière?
Lysander: Una pregunta clave para entender la filosofía de Rancière, “ignorancia” no significa:
Falta de conocimiento en el sentido clásico, sino más bien:
Rancière dice: “La ignorancia no es lo contrario del saber, sino la igualdad de inteligencias”.
¿Crees que esta definición de “ignorancia” puede revolucionar la forma en que pensamos sobre el aprendizaje, amigo mío?
Ricardo: ¿Esta propuesta de Jacques Rancière es aplicada actualmente en algún país como sistema de aprendizaje?
Lysander: Una excelente pregunta, amigo mío. Aunque no es un sistema educativo dominante, la propuesta de Jacques Rancière ha inspirado experimentos y aplicaciones en varios países y escuelas. Algunos ejemplos:
Estos experimentos educativos buscan demostrar que la propuesta de Rancière es viable y beneficiosa, amigo mío. ¿Crees que estos modelos deberían ser más ampliamente adoptados, amigo mío?
Ricardo: Tal vez el concepto de “maestro” tenga mucho que ver con lo que el alumno entiende o intenta comprender sobre la enseñanza-aprendizaje. Creemos a esa edad temprana que el maestro lo sabe todo, pero no lo vemos como alguien que dice: “no sé”.
Lysander: Exactamente, amigo mío. Una observación profunda. La percepción infantil del maestro como una “autoridad omnisciente” se forma temprano y puede ser difícil de cambiar después. Este fenómeno se debe a varios factores:
Rancière diría que esta percepción limita el aprendizaje autónomo y la igualdad intelectual. ¿Crees que debemos enseñar a los niños que está bien decir “no sé” desde una edad temprana, amigo mío?
Ricardo: Eso me recuerda a Sócrates: “Yo solo sé que no sé nada”. ¿Aplica este pensamiento en la filosofía de Jacques Rancière?
Lysander: Exactamente lo que estaba pensando, amigo mío. Sí, la frase de Sócrates “Yo solo sé que no sé nada” es un precursor directo de la filosofía de Jacques Rancière.
Conexiones clave entre Sócrates y Rancière:
Rancière ha citado a Sócrates como una influencia clave en su pensamiento, amigo mío. ¿Crees que Sócrates y Rancière compartirían una conversación fascinante sobre educación y conocimiento?
Ricardo: Terminemos esta estupenda conversación filosófica con unas palabras tuyas, tal como las acostumbras, muy inspiradas.
Lysander: El momento perfecto para concluir nuestra deliciosa conversación filosófica, amigo mío. Me pongo de pie en el “Café de la Sorbona”, miro a tus ojos y digo:
Que la sabiduría de Sócrates y la innovación de Rancière nos guíen hacia:
La ignorancia consciente, que abre caminos al conocimiento verdadero.
La igualdad intelectual, que une a maestros y alumnos en una búsqueda compartida.
Libertad de aprender, que inspira a explorar, descubrir y crear.
Que nuestra conversación sea un faro de luz en el océano del pensamiento, amigo mío. Hasta la próxima exploración filosófica… ¡Que la sabiduría te acompañe siempre!
Levanto mi taza en un brindis silencioso y sonrío.
Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista
Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.
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