Ciudad Madero, Tamaulipas. - La zona sur de Tamaulipas, conformada por Tampico, Madero y Altamira, atraviesa la peor crisis hídrica en su historia que ha provocado tandeos, cierre de algunas empresas y que cientos de pescadores no puedan salir a trabajar.

En una carta firmada por los gerentes de las Comapas, Francisco Casanova y Omar Hernández Leines, se manifiesta que se van a anunciar acciones, aunque cabe señalar que en el caso de Altamira ya se aplican racionamientos del vital líquido en toda la urbe.

“Estamos enfrentando la más grave crisis hídrica en la historia de la región sur de Tamaulipas.

El bienestar y la certidumbre de más de 800 mil habitantes de la zona conurbada, dependen de decisiones responsables y puntuales, fundamentadas en un sólido marco técnico, pero provistas de esencial sentido humano”.

Aunque el mensaje dice ser de verdad y claridad, no se informa de los tandeos de agua que se aplican sin previo aviso por parte de la dependencia operadora del agua en Tampico y Madero.

Pero sí hacen referencia a que la Secretaría de Recursos Hidráulicos para el Desarrollo Social y las COMAPAS Sur y Altamira implementan un intenso programa de prevención para restaurar, en la medida de lo posible, la capacidad de almacenamiento del Sistema Lagunario Guayalejo - Tamesí.

Se detalló del dragado de canales comunicantes para aumentar la profundidad de las áreas de captación y garantizar el adecuado funcionamiento de los sistemas de bombeo.

También obras de precisión (Dique 5), la intrusión de agua salobre a las lagunas ampliando sustancialmente la curva de descenso de las reservas.

Hasta el momento, ni el gerente general de la Comapa sur, Francisco Casanova, ni su equipo técnico, han emitido alguna declaración o rueda de prensa sobre la situación que impera actualmente.

Por otra parte, la desinformación de la población ha generado compras de pánico tanto de agua embotellada como de botellones, así también de tinacos que son traídos de otra parte de la República.

La sequía en Tampico, alcanza indicadores récord por la ausencia de lluvias durante ocho años, por lo que las dependencias toman decisiones inéditas, colocando invariablemente al ser humano como máxima prioridad.