Las personas somos semejantes a ciertos comportamientos con algunas especies, entre estos algunos primates y mamíferos, en la que a través del uso de gritos podemos comunicarnos y expresar nuestros sentimientos para poder llamar la atención cuando existe un peligro o hay de por medio conflictos sociales o algo que afecta los intereses personales.

A unas semanas de que se realice el proceso electoral del 2 de junio, una serie de inconformidades, manifestaciones y reclamos se vienen expresando por medio de redes sociales y ruedas de prensa en algunas regiones del país, por aquellos aspirantes a cargos de elección popular que participaron en los procesos internos de sus partidos y no resultaron electos.

Las expresiones de sentimiento se representan a grosso modo en política y constituye dos tipos de bandos que se enfrentaron entre sí, en la que unos triunfan y otros no, los que tienen acceso a los agentes y recursos del gobierno y los que no lo tienen, lo anterior de acuerdo a los sociólogo Doug Mc Adam, Sidney George Tarrow y Charles Tilly, para ello los clasifican en “los miembros y los disidentes”.

A través del libro “Dinámica de la Contienda Política” publicado en el año 2005, los sociólogos determinan los movimientos sociales y la contención política.

Consideran y establecen que los disidentes se consideran los buenos, mientras los malos de la historia, investigación o ensayo, son aquellos conocidos como los miembros.

Los disidentes se consideran que luchan por la justicia y por acabar con la desigualdad, marginación, injusticia y la pobreza, mientras que los miembros representan según los disidentes, una amenaza para la subsistencia del orden, que atentan contra el estado de derecho y rompen la estabilidad. El libro trata los temas de las relaciones de poder en una sociedad y el conflicto político resultante.

Hoy queda claro que en política no hay perdedores, todos ganan, porqué es el resultado de vivir procesos internos partidistas donde al no tener la certeza de quién va a ganar, es importante considerar y saber que ninguna victoria o derrota son absolutas y permanentes.

Las derrotas y los triunfos fueron relativos para todos los aspirantes de las fuerzas políticas que anhelaban y esperaban participar en los comicios federales y locales del próximo 2 de junio.

Los premios de consolación se harán presentes, unos irán por la reelección, otros tal vez se les premiará con puestos públicos, direcciones, delegaciones, secretarías y otros serán los candidatos a puestos de elección popular, pero Todos ganan.

Así también las personas pueden expresar sus sentimientos de enojo gritando, vociferando, exclamando su desagrado para canalizar esa emoción en lograr posiciones políticas rentables.

Richard S. Katz y Peter Mair describen en su libro “Democracia y Cartelización de los Partidos Políticos”, un proyecto de investigación y recopilación de datos, en el cual los partidos políticos y sus políticos se conducen con propuestas ideológicas y políticas poco claras, sin pasar por alto o ignorar el descontento de la militancia y el abstencionismo por las disputas internas de poder.

Cabe destacar que ya de manera individual al interior de las coaliciones, los saldos también son diferenciados y para ello habrá quien logrará capitalizarlo de mejor modo y los que les darán a las alianzas los triunfos más sonados.

En resumen, para los sociólogos se considera que el voto es condicionado y con vigencia temporal, no importa si semanas antes se arreglan y pavimentan las calles, se mejora el servicio de alumbrado públicos o los servicios de recolección de limpieza.

La elección de cargos públicos por sorteo es una idea que está cada vez más presente entre los diversos partidos políticos, aunque para muchos no ha sido favorable y se cuestiona su proceso, no se debe de olvidar que en el siglo VI a. C. a partir de las reformas de Clístenes alrededor del año 508 a. C. se empleó en Grecia la “Democracia Ateniense”.

Maquiavelo resolvía el problema estableciendo un equilibrio entre ambos, más o menos: la mitad de lo que un político podía lograr se debía a la fortuna y la otra mitad al mérito.

México no olvida como algunos políticos y personajes incrustados en el servicio público aprovecharon su transitar por los diferentes puestos de gobierno para hacer fortunas de manera irregular o inexplicable, pues quedó claro y evidenciado que el estilo de vida, lujos y propiedades no coincidía con sus ingresos.

Y como no olvidar la frase de Don Carlos Hank González, ex-jefe del Departamento del Distrito Federal (1976-1982) y ex-gobernador del Estado de México (1969-1975) “Un político pobre es un pobre político”.

Así las cosas…

Y Usted, Qué Opina…?

Nos vemos a la próxima…

Carlos Álvarez

Analista y Auditor. Consultor Externo. Certificado ante el Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE).

Libros publicados: “El Tamaulipas y el México que Anhelan los Jóvenes para el Siglo XXI”, “El Gran Juicio” y “El Lago Encantado y el Maravilloso Pueblo Azteca”. Escribe en varios medios de comunicación del Estado.