Ciudad de México. - Durante la presente administración se ampliaron las campañas intensivas de vacunación al transformar las semanas nacionales de salud en jornadas nacionales de salud pública, que incrementaron a 14 días por cada jornada, señaló el director general de Promoción de la Salud, Ricardo Cortés Alcalá.

Indicó que, en el presente, la cobertura vacunal se ha recuperado para situarse en estadísticas prepandémicas; asimismo, se implementó el registro nominal de vacunación a través de la plataforma digital Ambiente para la Administración y Manejo de Atenciones en Salud (Aamates).

Asimismo, en menores de un año la vacunación transitó al pasar de la vacuna pentavalente a la hexavalente, lo que significó una sola inyección; esto redujo las posibilidades de presentar alguna complicación secundaria, y representó la disminución en el costo de los insumos utilizados en el suministro. Además, compensó el incremento en el precio del biológico, al aumentar la protección de cinco a seis enfermedades.

Dio a conocer que se fortaleció el esquema de vacunación para las personas mayores, debido a que transitó de la vacuna contra el neumococo de polisacáridos, al biológico conjugado, lo que representa mejor respuesta inmunológica y protección contra esta enfermedad potencialmente mortal.

Añadió que, en la campaña de vacunación contra influenza 2023-2024, se utilizó por primera vez en la historia de la inmunización contra esta enfermedad en México, el biológico conocido como tetravalente, que incluye los cuatro tipos de virus que circulan en las estaciones invernales.

De igual forma, durante la campaña intensiva de vacunación de 2021 se aplicaron ocho millones 26 mil 184 dosis de vacuna doble viral a niñas y niños de uno a 4 años para la protección contra sarampión y rubéola.

Cabe destacar que, al inicio de la administración 2018-2024 fue inhabilitada una empresa proveedora de vacunas en México por haber incumplido la entrega de vacuna contra sarampión en 2018. Durante 2019, la falta de proveeduría se solventó con vacunas en reserva que se tuvieron en la entrega de la administración.

En 2020, una vez iniciada la pandemia de COVID-19, se controló un brote de sarampión mediante acciones de vigilancia epidemiológica y cercos vacunales con el trabajo conjunto entre la Dirección General de Epidemiología (DGE), el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (Censia) y los servicios estatales de salud de las entidades federativas afectadas.

Durante la pandemia de COVID-19, los mayores esfuerzos en materia de atención médica se centraron en la emergencia; sin embargo, nunca se suspendieron los servicios de aplicación de vacunas para las poblaciones que lo requerían.

Explicó que el impacto en las coberturas de vacunación se registró a nivel internacional como consecuencia de la atención que requirió la pandemia; la impresión que tuvo en los laboratorios productores, y el esfuerzo internacional que se realizó para la investigación, desarrollo y producción de vacunas contra COVID-19.