Matamoros, Tamaulipas. - Dos migrantes, uno venezolano y el otro haitiano, murieron ahogados en el río Bravo la tarde de este jueves al intentar llegar de manera irregular a Estados Unidos.

La crisis migratoria que se volvió a agudizar con los cruces masivos, constantes desde hace más de una semana, ha encontrado un punto alto con esta nueva tragedia.

Andrés, originario de Venezuela que atestiguó el hecho, informó que una familia de compatriotas comenzó su recorrido por el caudal en una zona demasiado fangosa.

En eso, una migrante de Haití que no sabía nadar, comenzó a pedir ayuda porque se estaba sumergiendo y jaló al padre de familia, de nombre Carlos, que iba con sus hijos y hermano, quien también luchaba para soltarse del isleño.

Al final el papá sudamericano se hundió con el haitiano y ya no se encontró pista alguno de ellos, mientras el hermano sí logró alcanzar tierra firme.

La familia logró llegar al bordo estadounidense, pero estaban en un grito de dolor por haber perdido a su ser querido de una forma cruel.

“Carlos se fue, el haitiano lo hundió”, gritaba en llamada telefónica la esposa del occiso.

Los cadáveres de los extranjeros siguen perdidos en el caudal, entre el lodo, lirio acuático y basura acumulada.

Hasta el momento ninguna autoridad, ni mexicana, ni estadounidense, ha intentado buscar los restos.

La familia de Carlos sigue en territorio de Brownsville, Texas, a la espera de que se le ubique, sin embargo, no hay avances.

Los aspirantes de asilo se encuentran desesperados porque no han logrado concretar una cita a través de CBP One y optan por lanzarse al río, pese al peligro.