Matamoros, Tamaulipas. - Varios migrantes que se encuentran en Matamoros a la espera de cruzar a los Estados Unidos han decidido empezar a trabajar, entre ellos los jóvenes Julio Altamar y Carlos González que están laborando de meseros en una taquería.

Altamar, de 26 años de edad, es originario de Maracaibo, Venezuela y salió de su país por los problemas económicos que están viviendo, el tema de inseguridad y para obtener más recursos para el tratamiento de su papá que padece de un cáncer.

Señaló que en Venezuela era asesor de ventas, pero lo que ganaba no le alcanzaba para sobrevivir.

Expresó que en Venezuela dejó a toda a su familia, señalando ser soltero, pero sí recalcó que allá dejó a su novia con la que habla todos los días y en un futuro regresará por ella.

Agregó que hace diez días llegó a Matamoros y de inmediato pidió empleo en la taquería May, pues señaló que es una persona trabajadora, donde gana aproximadamente 400 y hasta 500 pesos, sin mencionar si diariamente o semanalmente.

“Agradecidos con Dios por darnos esta oportunidad”, señaló el venezolano que está causando sensación entre las matamorenses.

Otro de los jóvenes de Venezuela que también labora en la taquería May, ubicada a un costado de la Central de Autobuses de la Avenida Canales, es Carlos González de Caracas.

Él de igual forma salió de su país por el tema de la inseguridad y la economía.

“Es difícil, porque, aunque quieras poner tu negocio, tiene que estar bajo el yugo de las personas que controlan la delincuencia”, expresó el joven quien llegó a Matamoros con su hermana el día 10 de mayo y ambos cruzaron, pero a él lo deportaron y su hermana sí logró llegar a su destino.

El fin de semana se casó uno de los taqueros y a ellos por supuesto los invitaron a la gran boda, sin embargo, señalaron que no tienen pareja con quien acudir, Julio dijo que sí cuenta con Facebook e Instagram, así como su número de WhatsApp.