Ciudad de México.- Con el objetivo de conmemorar el Día Mundial de Arte, el cual se celebra cada 15 de abril, el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, recinto perteneciente a la Red de Museos del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), impartirá el Taller de cartonería los viernes, sábados y domingos de abril, de 12:00 a 15:00 horas.

 “Celebramos este día con una técnica que Diego Rivera consideraba un arte en sí mismo, además la impartiremos en un periodo representativo: Semana Santa. Como se sabe, esta artesanía está ligada a las tradiciones religiosas que llegaron de España, en el contexto de la festividad conocida como la ‘Quema de Judas’.

“En México, los artesanos le imprimieron características particulares en cuanto a uso de materiales y diseño”, explicó en entrevista la titular de Servicios Educativos del recinto, Lourdes Sánchez.

Durante el taller, los visitantes, además de conocer el estudio y la colección del artista, tendrán una introducción a la técnica de la cartonería popular, en el cual se explicará cómo llegó a nuestro país, el interés que despertó en Diego Rivera y los procesos de elaboración.

Asimismo, podrán trabajar sobre una pieza previamente elaborada, inspirada en uno de los Judas que pertenecieron al artista para, finalmente, pintarla y darle un toque personal, detalló la instructora.

La intención es que los visitantes sepan por qué esta técnica es parte de la riqueza cultural de México: “Uno de los objetivos del museo es difundir y preservar esta expresión artística”.

Lourdes Sánchez subrayó que los artesanos y las artesanías deben seguir teniendo un lugar protagónico dentro de nuestra cultura, pues a través de su trabajo se mantienen tradiciones de larga data y que hablan de nuestra identidad, como los cartoneros, cuyas obras requieren mucho tiempo y paciencia para su realización. Diego Rivera sabía y apreciaba todo esto, por ello los consideraba unos artistas y coleccionaba sus creaciones.

La también mediadora señaló que el artista apreciaba tanto estos objetos tradicionales que los hizo parte de su obra: “Algunos aparecen en sus pinturas de caballete, como en el Retrato de Lucila Retes (El estudio del pintor), de 1954, un óleo de gran formato donde pintó a la modelo Lucila Retes en su estudio, en medio de esta gran colección. La escena genera una ficción muy particular, pues estas piezas aparecen como si estuvieran amenazando a la protagonista”.

No fue la única, también se pueden ver en su obra mural: “La quema del torito, una pieza artesanal que se realiza con bambú, carrizo, alambre y cartón, aparece en uno de los murales del Patio de las fiestas, de la Secretaría de Educación Pública. La presencia de las artesanías mexicanas tiene un lugar importante en la obra del artista”.

UNA COLECCIÓN CON ACENTO PERSONAL

Dentro de la colección de cartonería que perteneció al artista y actualmente forma parte del acervo del recinto, la cual se exhibe de manera permanente, existen más de una treintena de piezas: “Hay Judas de pequeño y gran formato, algunas muñecas, alebrijes, un caballito, así como calaveras. Es una variedad interesante. Algunas son tan grandes que ocupan un espacio importante dentro del estudio”, explicó.

Destacó, entre ellas, un Judas que tiene una configuración distinta a los demás, pues representa a un obrero. A diferencia de otros diseños asociados a nuestra idiosincrasia del mal, como chivos, calaveras y demonios, este Judas está vestido con un overol y cachucha de mezclilla.

“Sabemos que esta pieza se hizo por encargo del artista y tiene que ver, más que con la tradición e idiosincrasia religiosa, con el pensamiento y filiación comunista del pintor. Él mismo se consideraba un obrero del arte y vestía de esta forma, con overol de mezclilla.

“Además, es coherente con el entorno del estudio, pues el arquitecto Juan O’ Gorman diseñó el inmueble con un techo tipo industrial. En conclusión, se podría decir que su casa estudio era una fábrica del arte, por lo cual esta obra tiene una presencia muy curiosa”.

La mayor parte de estos objetos fueron adquiridos en el Mercado Abelardo L. Rodríguez, realizados por los artesanos que vivían en la colonia Merced Balbuena: “Entre las piezas que encargó, una representa a un hombre asiático como si fuese algún líder comunista. Ahí también compró calaveras, un chivo y un charro negro. También sabemos que Frida Kahlo adquirió una serie de calaveras, a las que ella misma vestía”.

La colección cuenta con una obra que se presume es de Guanajuato: “Es un juguete, un caballito de cartón, adornado con piel, madera e ixtle. Sabemos que no se producía en la Ciudad de México y se cree que viene del estado natal del artista”.

El taller está dirigido a público general, mayor de seis años para que puedan manejar los materiales, y tendrá un costo de recuperación de $10.00 (diez pesos) por persona. El Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo se encuentra en calle Diego Rivera s/n, colonia San Ángel Inn, alcaldía Álvaro Obregón.