Brasilia, (Agencia Informativa de México).- El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se deslinda categóricamente de la toma e invasión de manera violenta del Palacio presidencial, el Congreso y el Supremo Tribunal, que varios seguidores realizaron este domingo y se enfrentaron a las fuerzas de seguridad.

“Las manifestaciones pacíficas, en forma de ley, son parte de la democracia. Sin embargo, las depredaciones e invasiones de edificios públicos como las ocurridas hoy (domingo), así como las practicadas por la izquierda en 2013 y 2017, escapan a la regla”, posteó en sus redes sociales.

“A lo largo de mi mandato siempre he estado dentro de las cuatro líneas de la Constitución, respetando y defendiendo las leyes, la democracia, la transparencia y nuestra sagrada libertad. Además, repudio las acusaciones, sin pruebas, que me atribuyó el actual jefe del ejecutivo de Brasil”, acotó.

Y es que cientos de bolsonaristas, este domingo manifestaron su inconformidad, ya que aseguran que Luis Ignacio Lula da Silva, ahora presidente de Brasil, le robó las elecciones a Bolsonaro atacando las tres sedes de los poderes del país, Palacio de Gobierno, el Parlamento y el Supremo poder de Justicia, realizando destrozos, para luego abandonar la zona ante un fuerte dispositivo formado por agentes de la Policía Militar y militares del Ejército.

De acuerdo a las autoridades, en voz del coronel Marco André Benzecry, entre 1200 y 1400 personas han sido detenidas, este lunes en Brasilia, en el campamento formado desde hace meses ante el Cuartel General del Ejército, pero que están identificados como participantes en el asalto del domingo a las sedes de los tres poderes en Brasil.

A pocos minutos de ocurridos los hechos en Brasilia, diferentes mandatarios de Latinoamérica, repudiaron este ataque, Luis Lacalle Pou, mandatario de Uruguay, dijo lamentó y condenó “las acciones llevadas a cabo en Brasil, que atentan contra la democracia y las instituciones”, por su parte Gabriel Boric, presidente de Chile remarcó que “el Gobierno de Brasil cuenta con todo nuestro respaldo frente a este cobarde y vil ataque a la democracia”.

La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, aseguró que el gobierno de Brasil cuanta con el “apoyo incondicional, frente al fascismo ya derrotado”, en tanto, a nombre del gobierno mexicano, el secretario de Exteriores, Marcelo Ebrard, lamentó y aseguró que hay un rechazo de “cualquier intento en contra de las instituciones democráticas”.

Los gobiernos de Estado Unidos, Canadá y México, mediante un comunicado en conjunto “condenan los ataques del 8 de enero a la democracia de Brasil y al traspaso pacífico del poder”, a mostraron su apoyo Brasil mientras salvaguarda sus instituciones democráticas.

“Nuestros gobiernos apoyan el libre albedrío del pueblo de Brasil. Esperamos trabajar con el presidente Lula para cumplir con nuestros países, el hemisferio occidental y más allá”, puntualizaron en el comunicado.

En tanto, el presidente brasileño Lula da Silvaen un comunicado señaló que su gobierno rechaza “los actos terroristas, vandálicos, criminales y golpistas ocurridos en la tarde de ayer (domingo) en Brasilia. Estamos unidos para que se tomen medidas institucionales, de acuerdo con la ley brasileña” y aseguró que “el valor de lo destruido es incalculable por la historia que representa”.

Hizo un llamado a la sociedad en general a mantener la serenidad, en defensa de la paz y la democracia de la patria ya que el país “necesita normalidad, respeto y trabajo por el progreso y la justicia social de la nación”.

“Los terroristas que invadieron el Palacio del Planalto este domingo (8) vandalizaron y destruyeron una parte importante del acervo artístico y arquitectónico allí reunido y que representa un importante capítulo de la historia nacional”, señaló mediante un comunicado de prensa.

“Todavía no es posible tener un levantamiento detallado de todas las pinturas, esculturas y muebles destruidos, pero la evaluación preliminar realizada por el equipo responsable apunta a los siguientes daños en piezas icónicas de la colección”.