No hay la menor duda: Andrés Manuel López Obrador es un animal político. En consecuencia, mientras viva seguirá estando con la pasión del poder. Por eso, hagan de cuenta, como priista aprendió la praxis del mismo, la operación política, y no cejo en su empeño de ser su dueño: tardo 18 años en llegar a la Presidencia y, difícil, será muy difícil, para el alejarse del poder.

Una y otra vez lo ha dicho: quiere ser el mejor presidente de México, ser recordado como Benito Juárez o como Francisco I. Madero, y en ese proceso admira al General Felipe Ángeles, considerado como un excelente estratega. Así, desde que asumió el poder, sus decisiones y acciones solo tienen una dirección: conservar el poder. Por algo, en el inicio de su gobierno, cada vez que podía repetía: no me voy a reelegir.

EL PRIATO.

¿Qué estamos viviendo, o viendo, los mexicanos con el gobierno de AMLO? Observamos una voluntad inquebrantable de aniquilar a sus enemigos, destruirlos; doblego a los empresarios, cancelando el aeropuerto de Texcoco, con el SAT los obligo a pagar impuesto y a hacer negocios sin beneficios y prebendas fiscales; a los políticos, con la Unidad de Inteligencia Financiera y con la Fiscalía General de la Republica, los doblego, incluidos los jueces y magistrados.

El priato duró 80 años en el poder. Fue posible porque los triunfadores de la revolución fueron capaces de construir instituciones políticas que los preservaron en el poder; en este caso, AMLO pregonando una transformación, está destruyendo a esas instituciones que, afirma, sostuvieron y protegieron a una mafia del poder. La ambición de AMLO es trascender, así que no descartemos que estemos ante el nacimiento de un obradorato.. ¿Recuerdan la anécdota de Plutarco Elías Calles y Pascual Rubio?

DERECHA E IZQUIERDA.

En la época del priato había un péndulo del poder que se inauguró con Lázaro Cárdenas: nadie desconoce el tipo de gobierno que desarrollo, menos lo que hizo por los campesinos y los obreros. Sin embargo, al momento de apoyar a quien debía sustituirlo, en lugar de apoyar a Francisco Mujica, se lo concedió a Manuel Ávila Camacho, hagan de cuenta, el otro extremo de su visión de gobierno. Cárdenas construyo, en el PRI, las instituciones y procesos para que su partido institucionalizara la revolución.

AMLO está en esa coyuntura: creo al partido, a MORENA, para sustituir al PRI en la hegemonía del poder; ganó la presidencia y, como no se puede reelegir, tiene que dejar a un sucesor que, sin chistar, continúe con su programa, para instalar en el país un Obradorato, que dure y perdure en el poder. Por eso, en este momento, va por el INE: para garantizar el triunfo de su corcholata. Pese a que el INE le dio el triunfo, no cree en él y, día con día, pregona que pueden hacer fraude.

LA MEJOR CORCHOLATA.

Pedro Salmerón, en una entrevista a El País, periódico español, hizo notar que la única corcholata que garantiza continuidad es la actual jefa de CdMx, quizá por su sumisión; que Marcelo Ebrard buscaría atemperar la transformación y darle su estilo; en tanto que Ricardo Monreal, considerado pragmático, puede hasta revertir todo…Con AMLO, se prevé, no habrá péndulo del poder, dependerá de quien se alce con el triunfo en el 2024.

Melitón Guevara Castillo

Licenciado en Administración Pública (UAT),  Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).

Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).

Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.  

Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.