No pretendemos abusar de la ventaja que te da ser un "adulto mayor" arriba de la barda, sin miedo ni al toro, al novillero o al público enyerbado de mota que ruge pidiendo sangre del astado y mejor aún si el torero sale mal herido y sacado como cadáver de la arena.

Así es pues los amigos comunicadores, casi el 100% de profesionales y aficionados, a partir del sábado pasado se han volcado en alabanzas sin freno, sin medida y sin razonamientos de por medio, hacia el candidato confirmado como ganador de la contienda para gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya.

(Sin remedio debo recordar que exactamente lo mismo hicieron con el actual gobernador FJGCV cuando inició su sexenio en octubre de 2016; ese amor lo sostuvieron durante unos cuatro años hasta que algo grave ocurrió que hizo terminar con el apasionado romance informativo, tornándose en un odio enfermizo que todavía hoy prevalece).

Dicho bloqueo mental de algunos colegas informadores tiene su clara motivación en el chayote; o ahora recibido con generosidad o prometido para el futuro inmediato.

(Dícese chayote al estipendio fatigosamente ganado por un comunicador profesional o aficionado y que es recibido "por debajo del agua" para evadir el fisco; podrá ser en dinero, en especie o en promesas).

Y los receptores del estipendio, básicamente desde el sábado pasado, no desean ocultar sus intenciones de alabanzas in extremis: pareciera un concurso estatal de succión.

¿Cómo condenar a "Magdalena" en tanto pecadores todos somos?

Porque…¿qué analista o comentarista político que se precie prestigiado no ha recibido, alguna vez en su vida, un ansiado y abultado chayote?.

Ahora que también es cierto que los excesos rayan en el ridículo; no hay como una alabanza medida, certera y oportuna; delicada pero que resalte; chupadora pero decente; clara pero discreta; firme pero cariñosa; interesada pero no prostituida... ¿estamos de acuerdo amable lector?

Por otro lado, si el destinatario de las alabanzas chayoteras es un político inteligente (raro, pero pudiera serlo), entonces tendría claro que es el interés pecuniario lo que mueve a sus admiradores de coyuntura y que ninguna relación política tiene con ellos, salvo la retribución por sus halagos.

Así pues, si bien el chayote puede bloquear el razonamiento del observador de los asuntos públicos, también pude provocar un "despertar de conciencias" como decía un ex gobernador tamaulipeco.

Mientras el despertar ocurre debemos de ver con tranquilidad la lluvia de halagos cortesanos que quizá duren máximo un año; pero anote los nombres del chayotero (a) porque pasados los meses veremos que esos mismos escribirán exactamente lo contrario del hoy admirado gobernador.

La jodidez en la región nos hace agresivos y casi caníbales; la chuleta, filete, camarón, langostino y los licores sabrosos tienen su precio y todos queremos comerlos varias veces a la semana, si se pudiera; si el precio es el bloqueo mental...¡pues adelante!.. como dijo el señor Hinojosa cuando amenazaron con violarlo por rebelde y necio......

Evaristo Benítez Castro

Nació en Llera Tamaulipas el 26 de junio de 1948. Estudió una licenciatura en la UAT, donde fue catedrático de 1972 a 1980.

Fundador de la revista de la UAT, llamada EDUCIEN, que se publicó desde el año de 1978 a 1981. Ha escrito su columna Faena en Canal en diferentes momentos desde 1991: La Verdad de Tamaulipas, Noticias del Golfo (ahora El Cinco), El Mercurio, El Diario de Ciudad Victoria y El Expreso, además de diferentes portales.

Consejero Electoral del IETAM en los años 2006-2007; autor de 14 libros del tema político-electoral.