Ciudad de México. - Los cuerpos de los dos sacerdotes jesuitas aún están sin localizar, y el homicida ya está identificado, informó este miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

En conferencia de prensa matutina, el titular del Ejecutivo federal afirmó que su gobierno realiza una investigación a fondo por el asesinato de Javier Campos Morales, Joaquín César Mora Salazar y un civil en el municipio de Urique, Chihuahua.

El mandatario detalló que además de los dos sacerdotes, un civil también fue asesinado y hay dos personas desaparecidas, entre ellas, una señora, esposa de una de las víctimas.

Incluso refirió que otras personas, incluida una niña “La libraron” de ser agredidas.

Recordó que los dos sacerdotes asesinados llevaban mucho tiempo trabajando para las comunidades en esa zona pobre y marginada.

López Obrador reiteró que lo importante es encontrar los cuerpos y detener a los responsables, una vez que ya está identificado el responsable del homicidio, que de acuerdo a testimonios se trata de José Noriel Portillo “El Chueco”, quien tiene una orden de aprehensión desde el 2018 por el asesinato de un estadounidense.

Enfatizó que la zona de la sierra tarahumara, donde ocurrió el asesinato de los curas jesuitas, desde hace tiempo ha sido infiltrada y dominada por la delincuencia.

En ese sentido, recordó la masacre cometida en Estación Creel, en 2008, cuando un grupo armado irrumpió a una reunión y asesinó a 13 personas.

El lunes pasado, los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales, de 78 años, y Joaquín Mora, de 80, fueron asesinados al interior de la iglesia de la comunidad de Cerocahui, en la sierra Tarahumara cuando le daban refugio a un hombre que era perseguido, el guía turístico Pedro Palma, de 60 años.