Monterrey, NL (Agencia Informativa de México).- Debido a la limitada y mediocre  atención sanitaria del gobierno federal durante la pandemia, la tasa de mortalidad materna en embarazo se disparó más de un 70 por ciento en México. 

La plataforma de derechos sexuales, Telefem, señaló que “una de las graves consecuencias que la pandemia ha provocado en las mujeres mexicanas es el incremento de la mortalidad materna”.

Esto ha sido, aseguró, “por condiciones no controladas durante el embarazo como resultado de la limitada disponibilidad de atención sanitaria durante los últimos dos años”.

Datos del Observatorio de Mortalidad Materna en México revelan que antes de la pandemia, la tasa de mortalidad materna era de 31.2 por cada 100 mil nacimientos.

La situación que aumentó durante la pandemia hasta 57.7 por cada 100 mil nacimientos. 

Reclamó que “la mortalidad materna durante la pandemia ha sido invisibilizada en nuestro país”.

“Aún no hemos logrado reducir significativamente esta situación, ya que las hemorragias uterinas, infecciones, hipertensión gestacional y complicaciones en el parto, siguen cobrado la vida de la población femenina”, añadió.

Ante esta situación, exclamó, el reto es que las mujeres accedan a una atención segura, oportuna y respetuosa que no ponga en peligro su vida.

Comentó que a partir del inicio de la pandemia y hasta la fecha, Latinoamérica se ha situado como una de las regiones con una de las tasas más alta de interrupciones de embarazos.

Es una situación muy crítica, indicó, debido al cierre de clínicas para atención de las mujeres y con ello la falta de controles en el embarazo, aunado a que muchos hospitales se volvieron de atención exclusiva para pacientes con Covid-19 por la emergencia sanitaria.

Subrayó que “esta situación ocasionó que el 8 por ciento de las muertes maternas globales se originaran por interrupciones de embarazos inseguros, principalmente en grupos vulnerables como mujeres muy jóvenes y en situación de pobreza”.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), externo, se calcula que anualmente se realizan 25 millones de interrupciones de embarazos inseguros.

  Además, dijo, el 61 por ciento  de los embarazos no deseados se interrumpen voluntariamente, la gran mayoría en países en vías de desarrollo. 

La interrupción del embarazo es una de las causas principales de muerte materna, que podría ser prevenible evitando complicaciones físicas, psicológicas y sociales en las mujeres, además del impacto económico que representa para los sistemas de salud, concluyó.