La condición humana, que nos hace imperfectos de origen, deviene intereses políticos que nos nublan la razón; en consecuencia, atacamos en el adversario hechos que vemos con simpatía en los amigos con los que compartimos intereses, pero ello no significa que tengamos la razón; veamos algunos ejemplos de nuestra afirmación.

Los simpatizantes de MORENA y en consecuencia fervientes creyentes del presidente AMLO y sus políticas públicas, ven "natural" que la justicia federal tenga en el tambo a Rosario Robles Berlanga desde hace un año, con la única "prueba" de que dio un domicilio falso en su licencia de manejo; aunque se le acusa de varios delitos graves, hasta hoy no se le ha comprobado ninguno de ellos.

Como "natural" es también que Emilio Lozoya goce en prisión de privilegios varios (incluso de su libertad hasta hace unos meses) a cambio de involucrar a distinguidos panistas en hechos delictivos; también hasta hoy no comprobados.

"Natural" sería otro hecho; que la cámara federal de diputados resuelva, desde hace un año, el desafuero del gobernador de Tamaulipas, FJGCV para procesarlo por presuntos hechos delictivos, aunque hasta hoy siga en su encargo público constitucional.

Pero ya no es "natural" que en Tamaulipas se solicite el desafuero de una diputada local de MORENA, acusada de presuntos actos de cohecho; tampoco es "natural" que se llegue a acusar al alcalde de Victoria y su secretario del Ayuntamiento por la comisión de presuntos y varios hechos delictivos y desacato a las autoridades estatales.

O sea que aplaudimos cuando se procede jurídicamente contra nuestros adversarios políticos; pero condenamos las "arbitrariedades y el abuso de poder" cuando se procede en contra de nuestros amigos y /o correligionarios.

Y así estamos en la política moderna; no asumimos, más bien no QUEREMOS asumir los riesgos que implica entablar un pleito judicial por MOTIVACIONES POLÍTICAS.

Lo que vemos "legal" y digna de encomio en la aplicación de la justicia federal, cuando exactamente lo mismo hace la justicia local pues entonces se trata " de abuso de poder".

Por desgracia y con pena tendremos que reconocer que no es así; los pleitistas deben de asumir sus responsabilidades en tanto que la comisión, presunta comisión de un delito no lo hace diferente cundo el acusado es de MORENA o de otra fuerza partidista.

Aunque ignoramos que porcentaje de ciudadanos es capaz de saber que NO existe diferencia legal si el PRESUNTO infractor es de un sello partidista o del otro, pero sin embargo suponemos que la mayoría de ciudadanos "normales" le creerá a quien más ruido haga, no tanto a quien tenga la razón legal.

Pero así es el abarrote; los pleitistas deben de tener plena conciencia que la verdad es única la diga Juan o la diga Pedro; no son canciones de Juan Gabriel en las que el mejor tono es el ganador de "naciendo una estrella".

Evaristo Benítez Castro

Nació en Llera Tamaulipas el 26 de junio de 1948. Estudió una licenciatura en la UAT, donde fue catedrático de 1972 a 1980.

Fundador de la revista de la UAT, llamada EDUCIEN, que se publicó desde el año de 1978 a 1981. Ha escrito su columna Faena en Canal en diferentes momentos desde 1991: La Verdad de Tamaulipas, Noticias del Golfo (ahora El Cinco), El Mercurio, El Diario de Ciudad Victoria y El Expreso, además de diferentes portales.

Consejero Electoral del IETAM en los años 2006-2007; autor de 14 libros del tema político-electoral.