Es bastante probable que usted, si ha visto varias elecciones de gobernador en Tamaulipas, se pregunte sin segundas intenciones… ¿En realidad a quien (quienes) le interesa saber el nombre del ganador de la contienda constitucional?

Sin el ánimo de polemizar, pero para los que como adultos hemos visto la renovación del ejecutivo estatal desde los tiempos de Manuel Agapito Ravizé, por lo menos, nos atrevemos a asegurar que en la cruda realidad no llega ni al 2% de la población estatal económicamente activa, la que PUEDE recibir de manera directa e inobjetable el impacto político si gana Juan, o Pedro.

El resto 98%, verdaderamente lo que ha hecho en el pasado, reciente y distante, es adaptarse al nuevo gobernador, Juan o Pedro

Fuese el antes monolítico PRI, fuesen los esperanzados "vientos del cambio" el caso es que son ÚNICAMENTE los segmentos sociales altamente politizados los que verdaderamente sufren el impacto económico y político si pierde SU candidato.

Aparte desde luego de los pocos cientos de activistas y liderazgos específicos que encabecen y multipliquen el proselitismo del correspondiente candidato a gobernador constitucional.

En otras palabras, el grueso de la población del estado esperará con sabiduría popular a que se resuelva la elección en las urnas y obrará en consecuencia; es decir con el ganador de la contienda

habrá de negociar espacios de poder, establecer relaciones comerciales, profesionales, sociales y culturales; con paciencia resolverá su posición ante la comunidad correspondiente; se llame Juan o Pedro el gobernador electo.

Los que meten ruido son los grupos tradicionales de interés; como por ejemplo los diferentes sindicatos, los dueños y trabajadores de los medios de comunicación, los operadores de las redes sociales que se identifican con su respectivo candidato, los grupos de "artistas e intelectuales" orgánicos entre otros grupos de la sociedad, que sin duda tienen algo que ganar y mucho que perder si fracasa su candidato.

Llegamos así a la cruda realidad de que ese 2% de la población estatal con intereses particulares y concretos son los ruidosos: manejan "encuestas" apocalípticas (la última que vi le da a Américo el 70% de la intención del voto, contra el 28% del Truko) además ya encarcelaron al gobernador FJGCV desde el año pasado, entre otras ocurrencias que sin duda deberán de tener sus creyentes y por tanto a los que pueden replicarlas en la sociedad como un todo.

Sufrirán aquellos apasionados a ultranza que están echando TODA la carne al asador; aquellos que se han peleado hasta con su propia familia en aras de una unanimidad falsa (con sabiduría lo dijo el presidente José López Portillo....."la unanimidad es sospechosa").

Claro que es la gran ventaja de no jugar con el balón en la cancha; los espectadores estamos atentos para ver cuántos, quienes y de qué gravedad serán las fracturas infringidas.

Además de enterarnos si serán los novatos o los profesionales los que saldrían lastimados, o de ambos bandos... ¿Usted a cuáles le apuesta amable lector?

Evaristo Benítez Castro

Nació en Llera Tamaulipas el 26 de junio de 1948. Estudió una licenciatura en la UAT, donde fue catedrático de 1972 a 1980.

Fundador de la revista de la UAT, llamada EDUCIEN, que se publicó desde el año de 1978 a 1981. Ha escrito su columna Faena en Canal en diferentes momentos desde 1991: La Verdad de Tamaulipas, Noticias del Golfo (ahora El Cinco), El Mercurio, El Diario de Ciudad Victoria y El Expreso, además de diferentes portales.

Consejero Electoral del IETAM en los años 2006-2007; autor de 14 libros del tema político-electoral.