Se están poniendo de moda los políticos que huyen de un partido político (al que ya no pudieron sacarle jugo) para treparse a otro con la esperanza de reverdecer laureles.

Casi todos ellos (as) tuvieron uno o varios cargos de elección popular y cuando su anterior partido los olvidó, de pronto recordaron que existen otras fuerzas partidistas que pueden cumplir sus ambiciones personales.

Desde Tula pasando por Ciudad Victoria y yendo hasta Tampico, tocando Ocampo y saltando a Méndez o San Fernando, el caso es que la desesperación de los tránsfugas por el poder es tan aguda que algunos andan tan desorientados que hasta se han ido con el joven Arturo Diez Gutiérrez Navarro, quien menos posibilidades tiene de ganar la elección de gobernador de Tamaulipas.

Es de entenderse que como el domingo cinco de junio sólo se elegirá gobernador, pues desde luego que el entusiasmo de los tránsfugas se traslada a tres años adelante, con la esperanza de que si gana su "gallo" los apoye en cualquiera de las elecciones siguientes: diputado federal, diputado local, alcalde, síndico o regidor en su municipio de nacencia.

Por descontado que tanto Américo Villarreal Anaya como César Augusto Verástegui Ostos y Arturo Díez Gutiérrez Navarro hacen fiesta para recibir al tránsfuga correspondiente, siempre que represente algún liderazgo regional, por rabón que éste pudiese ser.

Algunos observadores pensamos que es mucho riesgo tanta algarabía de los saltamontes...¿qué tal si pierde su gallo y quedó tanta constancia visual en los medios de comunicación de su salto mortal sin red protectora?.

Pero así es el abarrote; la emoción del salto partidista conlleva la posibilidad de fracturarse una pata el equino brioso; la carencia de espacios político-administrativos en Tamaulipas es tan aguda, que el atrevimiento y la audacia superan con creces al miedo por el desempleo permanente; cualquier resquicio de esperanza es suficiente para tirarse a morir.

Pero no crea usted amable lector que todos los tránsfugas son tan torpes de brincar a cielo abierto, a la vista de todos, a otros partidos políticos; no, conozco a más de uno (a) que hábilmente están en la sombra y el sigilo; cautos, zorros tienen comunicación y juran lealtad a más de uno de los competidores por la gubernatura de Tamaulipas.

Con la cautela que da la experiencia (a esa cautela otros le dicen culiches), esos políticos profesionales siempre ganan o si se quiere de otra manera NUNCA PIERDEN.

Será su inteligencia superior, su capacidad de mentir y engañar, su sangre fría o de plano su gran empatía, el caso es que tienen mayor capacidad de sobre vivencia política que el tránsfuga clásico.

Lo invito amable lector a que voltee sus lindos ojos hacia un lado, atrás o adelante y me diga con toda confianza y en secreto.... ¿identifica a un tránsfuga, o a un zorro que no da la cara?. Por su apoyo gracias.

Evaristo Benítez Castro

Nació en Llera Tamaulipas el 26 de junio de 1948. Estudió una licenciatura en la UAT, donde fue catedrático de 1972 a 1980.

Fundador de la revista de la UAT, llamada EDUCIEN, que se publicó desde el año de 1978 a 1981. Ha escrito su columna Faena en Canal en diferentes momentos desde 1991: La Verdad de Tamaulipas, Noticias del Golfo (ahora El Cinco), El Mercurio, El Diario de Ciudad Victoria y El Expreso, además de diferentes portales.

Consejero Electoral del IETAM en los años 2006-2007; autor de 14 libros del tema político-electoral.