¿Existen los candidatos chapulines?

Con su venia amable lector vamos a tocar ahora un tema que se debate entre la semántica y el cinismo; se trata de llegar a la verdad sobre la afirmación popular de que ALGUNOS de los aspirantes a un cargo de elección popular en nuestro país, carecen de escrúpulos y /o moral cuando brincan de un partido político al otro (como chapulines), para ser postulados a determinada competencia constitucional.

Observamos dos posibles respuestas; la primera que desde luego condena dicha práctica por oportunista y desvergonzada y la segunda que la considera natural, apegada a derecho y pertinente, en tanto que justamente para eso son los partidos políticos en nuestro país: constitucionalmente es el único medio para acceder al poder público en tiempos de paz republicana (los candidatos "independientes" son una vacilada, que sólo Dios sabe a que legislador trasnochado se le ocurriría).

En cuanto a los críticos del chapulineo, espontáneos, gratuitos y sesgados, dicen que los aspirantes tronados en un partido político "compran"-alquilan otro membrete partidista para lograr sus ambiciones por la vía legal; que las ideologías, programas de acción y estatutos de cada partido se subastan para ser usados como acceso al poder; cristianos conversos a musulmanes, católicos conversos a budistas, comunistas conversos a capitalistas, todo se vale en aras de una transformación "filosófica": el chapulín (con billetes desde luego), tiene a su disposición una amplia gama de opciones partidistas para ser postulado a un cargo de elección popular.

Por otro lado y con el ánimo de ser conciliador veamos la opinión contraria sobre el concepto del chapulineo; estudios profundos llevados a cabo por ilustres investigadores de la UAT en coordinación con la UNAM, el  IETAM y el Consejo General del INE,  arrojan sorprendentes e inobjetables resultados: el chapulineo es la consolidación del modelo democrático mexicano, la síntesis de nuestra identidad nacional,  la aceptación popular de que Dios existe en cada uno de nosotros y además que es la expresión universal de un hecho incuestionable: se es chapulín por voluntad divina, por lo que su comprensión va más allá de la naturaleza humana y por tanto imperfecta.

Disculpe amable lector que deje inconcluso nuestro tema de hoy, pero me veo obligado a regresar al manicomio del que me escape desde ayer en la madrugada; son muchas horas sin alimento las que provocan las notorias lagunas mentales. Téngame paciencia y en la próxima ocasión me justifico con usted. Qué así sea.

Evaristo Benítez Castro

Nació en Llera Tamaulipas el 26 de junio de 1948. Estudió una licenciatura en la UAT, donde fue catedrático de 1972 a 1980.

Fundador de la revista de la UAT, llamada EDUCIEN, que se publicó desde el año de 1978 a 1981. Ha escrito su columna Faena en Canal en diferentes momentos desde 1991: La Verdad de Tamaulipas, Noticias del Golfo (ahora El Cinco), El Mercurio, El Diario de Ciudad Victoria y El Expreso, además de diferentes portales.

Consejero Electoral del IETAM en los años 2006-2007; autor de 14 libros del tema político-electoral.