Texcoco, Edomex. (Agencia Informativa de México).- 10:31 de la mañana del día 5 de octubre, el mundo guardó silencio, se paralizó o se reactivó fallaron las redes de WhatsApp y Facebook y tuvimos que trabajar, reactivar el contacto humano, reencontrarnos.

En un principio la caída de las redes sociales de Mark Zuckerberg, conmociono al mundo, al grado de que muchos consideraron que era el fin.

Las plataformas digitales que se promociona a través de Facebook, comentaban que no había que hacer, porque sus lectores no los verían.

Se dejaron de mandar mensajes por Whatsapp, cambiando las formas de trabajar para muchos.

Incluso las clases a distancia o semipresenciales se suspendieron, algunos niños estuvieron felices, aunque padres y profesores se preocuparon por el retraso que esto generaría.

Se suspendieron citas, otros llegaron tarde o los plantaron, todo por solo la suspensión de dos redes sociales que al parecer mueven al mundo.

Los memes no se hicieron esperar, con francés de que ya se acabó el mundo, a Mark Suckerberg entre miles cables buscando la falla, a este mismo personaje señalando que solo quería que el mundo sintiera lo que era estar sin el, entre muchos otros.

Una gran mayoría de amigos y familiares hoy dejaron a un lado sus teléfonos móviles para establecer un contacto más humano, platicar y hasta quejarse por la falla en redes, pero para acercarse a la realidad que siempre hemos tenido y que estábamos olvidando.

En el jardín la gente platicaba dejando de ver los celulares para ahora sí platicar y acercarse un poco más.