Pachuca de Soto, Hgo.- Durante la pandemia, la ciudadanía ha realizado acciones en apoyo a terceras personas, ya sean familiares, amigos o integrantes de su comunidad entre las que destacan; apoyo emocional, compras para terceros, ceder el lugar en la fila a los más vulnerables, realizar alguna donación ya sea monetaria o en especie como alimentos, insumos y equipo de protección, entre otras, señala el resultado de investigaciones sociopolíticas, llevadas a cabo en este 2021 bajo el tema de: Participación ciudadana para afrontar la pandemia COVID-19 en Hidalgo, que llevó a cabo el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Este estudio se realizó con el objetivo de identificar las acciones que la población de la entidad ha llevado a cabo en respuesta a los impactos de la pandemia, identificando las modalidades de participación y áreas de oportunidad que permitan diseñar estrategias para promover y fortalecer la participación ciudadana en todos los ámbitos y se realizó en concordancia con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y el Código Electoral del Estado de Hidalgo, dentro del marco de sus actividades específicas.

El estudio reveló que, durante la pandemia, la ciudadanía ha llevado a cabo acciones en apoyo a terceras personas, ya sean familiares, amigos o integrantes de su comunidad entre las que destacan, ofrecer apoyo emocional (80.6 por ciento), y, derivado del confinamiento y las restricciones a la movilidad, compras para terceros (66.8 por ciento). Otras de las acciones consistieron en ceder el lugar en la fila a los más vulnerables (62.8 por ciento) o realizar alguna donación (57.1 por ciento) ya sea monetaria o en especie como alimentos, insumos y equipo de protección entre otras.

En contraparte, la acción que llevó a cabo un menor porcentaje de las personas fue ser voluntario (28.6 por ciento), se redujo la participación dentro de una organización formal (16.3 por ciento), ya sea de tipo social, sindical o asistencial; es decir, hubo mayor participación ciudadana al margen de las iniciativas de las organizaciones formalmente constituidas. En este sentido, la participación en organizaciones sociales, sindicales o asistenciales puede asociarse, por una parte, con el nivel de identificación que se tiene con la población del lugar donde se vive, y que, para el caso de Hidalgo, quienes se sienten muy identificados con su comunidad, son quienes participaron en mayor medida (25.3 por ciento).

Otro elemento importante para la participación, es la información y conocimiento que se tiene sobre las organizaciones que a la vez generan confianza; con base en lo anterior, la población que ha participado lo ha hecho en mayor medida en asociaciones civiles (23.6 por ciento), sector salud (18.2 por ciento) y gobierno (18.2 por ciento). En el caso de las organizaciones vecinales, sólo participó el 12.7 por ciento y lo hizo con acciones orientadas, en primer lugar, a apoyar a la población vulnerable donando despensas (24.4 por ciento) y en acciones dirigidas a la prevención como la participación en brigadas de vacunación y en filtros sanitarios (23.2 por ciento).

Otra de las modalidades de participación fue a través de la gestión social (18. 3 por ciento) que estuvo orientada a brindar apoyo a personas enfermas para localizar atención médica, tanques de oxígeno y medicamentos. Si bien la población de Hidalgo durante la pandemia tuvo una baja participación en organizaciones formales (16.3 por ciento), su participación se incrementó al doble (35.7 por ciento) al organizarse con vecinos, familia o amigos, siendo mayormente los hombres (43.4 por ciento) que las mujeres (30.5 por ciento).

Por edad, quienes tuvieron mayor participación fue la población de 46 a 59 años (40.0 por ciento) y de 25 a 45 (37.7 por ciento).

Particularmente, en un contexto de pandemia, el potencial que la población reconoce poseer para participar en los asuntos políticos, puede orientarse a la solución de problemas y satisfacción de necesidades en las comunidades, ya que el 70 por ciento de los encuestados en el estado de Hidalgo reconoce que tanto el gobierno como la población, son corresponsables en la satisfacción de las necesidades básicas.

Lo anterior, pone en perspectiva a una sociedad consciente de sus capacidades y responsabilidades, que identifica al conocimiento como el factor principal para generar confianza a través de la transparencia y rendición de cuentas en el manejo de la pandemia y sus consecuencias económicas y sociales.