Pachuca de Soto, Hidalgo. - En Hidalgo no existen estudios que permitan determinar el grado de vulnerabilidad ante hundimientos, socavones, o aludes, los cuales se originan principalmente por una falla geológica, pero también se dan artificialmente en zonas explotadas subterráneamente para la extracción de minerales, aseguró el investigador Pedro Evodio Castañeda de la Universidad Autónoma del Estados de Hidalgo (UAEH).

Consideró que las zonas con mayor incidencia de socavones en la entidad, se ubican en Ixmiquilpan, debido a la presencia de rocas calizas y el paso del agua subterránea, esto va disolviendo el material generando a su vez cavernas kársticas, las cuales si alcanzan un tamaño considerable y su parte superior es lo bastante delgada pueden colapsar.

Sin embargo, hasta el momento no se tienen conocimiento sobre el atlas de riesgo de Pachuca de Soto, con fecha de 2017, menciona que el 42 por ciento de los hundimientos se deben a obras mineras, se catalogaron 68 sitios en condiciones de alta a muy alta susceptibilidad al fenómeno, se ubican al norte de la zona urbana y noreste del municipio.

Los casos de vulnerabilidad alta se reducen a 70 colonias, entre las que figuran los barrios de El Atorón, El Arbolito, Las Lajas, El Lobo, San Cayetano, Piracantos, el Cerro de Cubitos y de San Cristóbal, las colonias Morelos, Centro, La Raza, Guadalupe. Las zonas vulnerables muy alta por hundimientos, se tienen las colonias Rojo Gómez y Santa María Matilde, El Mosco, los fraccionamientos Flores Magón, Rincón de Las Lomas I y II, Palestina; San Juan Pachuca, Paseo de la Montaña, Barrio La Camelia y San Miguel Cerezo.

En Mineral de la Reforma, el atlas de riesgo del 2018 determinó que las localidades con grado muy alto son entre otras Abundio Martínez, Álamo Rústico, Azoyatla de Ocampo, Carboneras, Carboneras Fraccionamiento, Colonia Militar, Dos Carlos Pueblo Nuevo, El Huizachal, El Velillo, Ex Hacienda San Lunes, Ex Hacienda Santa Gertrudis, Guadalupe MinervaUnidad Habitacional CTM, Unidad Minera, 11 de Julio y Unión Chacón.

Los flujos de tierra y desgajamientos de cerros se dan en la zona de la Huasteca hidalguense durante la época de lluvias torrenciales, donde las pendientes de 25 a 45 grados, el relleno de arena con partículas pequeñas, junto a la deforestación y el cambio de uso de suelo abonan al fenómeno geológico.

El atlas de riesgo de Huejutla de Reyes que data de 2013 marca como zonas de susceptibilidad alta al 46.3 por ciento del territorio total del municipio. Cerca de 102 asentamientos se encuentran en nivel alto, dos en muy alto y 33 en nivel medio de vulnerabilidad ante flujos de lodo; estas comunidades concentran al 73.81 por ciento de la población total. Huejutla de Reyes, Chililico, Tehuetlán y Coacuilco son las zonas más afectadas

Es necesario que las autoridades se acerquen a especialistas en temas de geofísica para la implementación de programas de mitigación, para salvaguardar las vidas y patrimonio de la población ante este tipo de fenómenos naturales.

Es importante una planeación urbana ordenada con estudios previos que determinen la factibilidad de las construcciones, un mapeo a fondo de las zonas explotadas por la actividad minera y la explotación racional del agua que se encuentra en los mantos acuíferos. “El riesgo existe, la intención es trabajar un poco más para saber dónde existe el menor riesgo posible, tratar de estudiar y entender cómo funcionan”, finalizó.