Ciudad Victoria, Tamaulipas.- La imagen de la Policía Estatal se encuentra seriamente dañada debido  a las acciones de algunos malos elementos, por  lo cual es necesario  redoblar trabajo y esfuerzos para brindar a la ciudadanía confianza y tranquilidad, dijo el secretario de Seguridad Pública en Tamaulipas, Jorge Ontiveros Molina.

“El año pasado 250 elementos fueron dados  de baja y únicamente 60 de ellos fueron sometidos a procedimientos administrativos y judiciales, al incurrir en faltas graves en su desempeño  como servidores públicos”, destacó.

“No habrá tolerancia, ni consentimiento en los abusos y arbitrariedades que cometan los servidores públicos en el desempeño de su función”, sostuvo.

Las acciones de elementos de la Policía Estatal como de las que participaron en los hechos del Ejido Santa Anita en el municipio de Camargo, en donde 19 personas fueron asesinadas y calcinadas afectan a la corporación, puntualizó Ontiveros Molina.

Aceptó que eso influye para que se vaya perdiendo la confianza de la ciudadanía y generándose una mala imagen, por lo cual es necesario trabajar en forma intensa.

“Tenemos que redoblar los esfuerzos, hacerlo en todas las formas. No basta con  solo decirlo sino hacerlo, demostrarlo con hechos”, señaló al agregar que frente a este tipo de situaciones, se está implementando una campaña de acercamiento a la sociedad sobre el tema preventivo no más golpe y reacción.

“No  podemos seguir siendo una policía de reacción,  continuar con las viejas costumbres que imperaban anteriormente. La sociedad no está para eso y lo que reclama es seguridad,  protección, tranquilidad, paz”, indicó.

El funcionario estatal señaló que, aquellos elementos que no cumplan con ello serán  sancionados, y recalcó que en ese sentido no habrá ni tolerancia ni  consentimiento al incurrir en infracciones en el servicio.

Agregó además que,  hasta ahora son 12 los policías detenidos y vinculados a proceso en relación a los hechos registrados el pasado  22 de enero, en los cuales 19 personas, entre ellos 16 migrantes guatemaltecos fueron asesinados e incinerados.