Monterrey, Nuevo León. - Ante la indiferencia del gobierno federal y con sus propuestas destructivas, la economía mexicana se encuentra débil y sin rumbo definido en 2021, alertó el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

El organismo privado sostuvo que “los indicadores más recientes de actividad y empleo del año sugieren que la economía se encuentra débil y sin tracción “.

“Después de la reactivación observada durante el tercer trimestre del año pasado, la recuperación económica ha perdido fuerza y no ha sido homogénea entre sectores “, aseguró.

Refirió que las cifras de la industria automotriz de enero de este año resultaron preocupantes, ya que la producción se contrajo 15 por ciento anual, las exportaciones cayeron 6.4 por ciento anual y las ventas minoristas bajaron 22.6 por ciento  anual.

En materia de empleo, indicó, se registró una disminución de 1.7 millones de personas en la Población Económicamente Activa (PEA) durante el cuarto trimestre de 2020, al pasar de 57.6 millones a 55.9 millones.

La población ocupada fue de 53.3 millones de personas, reportando una disminución de 2.4 millones, agregó.

“Al impacto de las restricciones de movilidad en diversas zonas del país por el agravamiento de la pandemia, se suma la ausencia de acciones suficientes del gobierno para la preservación de las fuentes de empleo, un entorno que continúa siendo desfavorable para la inversión “, enfatizó.

Esto, afirmó,  se  ha visto agravado por diversas iniciativas recientes en materia de subcontratación-, así como por la propuesta de reforma a la Ley de la Industria Eléctrica y más recientemente la falta de información sobre el despliegue del plan de vacunación y los tiempos que requerirá para ser implementado.

Insistió en que “la economía mexicana necesita urgentemente de un plan amplio, profundo y contundente de recuperación, con la participación de todos los sectores “.

Es fundamental, consideró, estimular el crecimiento de la inversión como elemento central de la generación de empleo y para la recuperación de la demanda interna, así como maximizar el impacto de la reactivación de los mercados de exportación sobre las cadenas productivas nacionales.

Sentenció que “la ausencia de un plan de recuperación profundizará el daño sobre la planta productiva nacional y prolongará la duración de la recuperación, con el consecuente impacto negativo sobre el bienestar de las familias mexicanas “