Monterrey, Nuevo León. - La aprobación de la ley que prohibe el esquema de outsourcing en México tendría serias y caóticas  repercusiones negativas en el empleo, inversión extranjera y crecimiento de México, alertó Banco Base.

Refirió que de acuerdo al Censo Económico 2019 realizado por el INEGI, en 2018 había 4.68 millones de personas trabajando bajo un esquema de outsourcing, equivalente al 17.27 por ciento del personal ocupado total en el país.

“Si esta reforma llega a aprobarse prohibiendo este tipo de esquema, las consecuencias se verán sobre la demanda de empleo, la inversión extranjera directa y sobre el crecimiento económico”, subrayó.

Por actividad económica, indicó, los sectores que tienen un mayor porcentaje de personas trabajando a través de este esquema son: Generación, transmisión, distribución y comercialización de energía eléctrica, suministro de agua y de gas natural por ductos al consumidor final, con 41.96 por ciento del total del personal ocupado en el sector.

Además, Servicios financieros y de seguros, con 41.47 por ciento; Información en medios masivos, con 39.64 por ciento; Minería, con 33.41 por ciento; Comercio al por mayor, con 25.08 por ciento, señaló.

Igualmente, abundó, Servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes muebles e intangibles, con 23.59 por ciento, así como   Servicios de esparcimiento culturales y deportivos, y otros servicios recreativos, con 22.14 por ciento. 

Externó que todos los demás sectores tienen menos del 20 por ciento de su personal bajo un esquema de outsourcing. 

El holding destacó que el total de las personas subcontratadas en los sectores antes mencionados suman un total de 1.1 millones de personas. 

Alertó que “con la menor demanda de trabajo se incrementa la probabilidad de una “W” en la recuperación del empleo, es decir nuevos despidos y un mayor desempleo estructural “. 

Por el lado de la disminución del salario, en el equilibrio de largo plazo se daría no sólo para los que están bajo el esquema outsourcing, sino para todos los trabajadores de México, enfatizó. 

Sostuvo que “cualquiera de las dos vías afectaría a los ingresos de las familias mexicanas “.

“La inversión a su vez determina la productividad y el crecimiento económico de largo plazo, por lo que de aprobarse la reforma se limitaría aún más lo que puede crecer la economía de México, tras el efecto rebote de este año “, añadió.

Concluyó que “así, una reforma que tiene buenas intenciones, podría terminar afectando al empleo de los que quiere proteger “