Altamira, Tamaulipas. - Supuestas figuras prehispánicas que datan de hace tres mil años antes de cristo se están comercializando a través de páginas de Facebook, pues se trata de posibles piezas de la aldea Chak Pet; las autoridades mexicanas lo consideran un delito, aseguró la directora de Cultura de Altamira, Diana Zamora.

Toda figura, herramienta o pieza arqueológica en automático se convierte en Patrimonio Histórico de la Nación, por lo que la venta de este tipo de artículos se encuentra prohibida.

Tan sólo para el traslado de una sola pieza de un área dentro de la Casa de la Cultura en Altamira es necesario solicitar permiso al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por lo que el mercado negro del patrimonio cultural podría ser sancionado de forma ejemplar por la autoridad.

"Al final de cuentas es un patrimonio cultural de la ciudad, las piezas no sé exactamente de qué municipio sean o de qué zona, y bueno, entonces si realmente son piezas auténticas si se incurre en un delito. También pueden ser falsas y lo importante es la denuncia ciudadana en la venta de este tipo de artículos, sobre todo en este tipo de redes que hace pensar que es muy fácil venderlos", declaró.

Las piezas que son catalogadas como colección son ofertadas hasta en cinco mil pesos.

"De hecho nosotros como municipio contamos con artículos arqueológicos y en la Casa de la Cultura se llevó mucho tiempo la investigación de Chak Pet y tenemos también resguardadas algunas piezas, de hecho, de un salón a otro tenemos que cumplir con las medidas informarle al INAH antes de moverlas de un salón a otro, ya sea una pieza o sean 10 o 20, pero es por la importancia y lo legal", añadió.

En distintas partes de Altamira, incluido el recinto portuario, se han localizado piezas, osamentas e incluso pirámides que datan desde hace más de 2,900 años A.C.

"El municipio cuenta con una pieza invaluable de patrimonio histórico y cultural con este tipo de piezas y sitios y lo importante es el rescate, una pieza individual en la mano no te sirve de nada, en cuestión de que rompe el contexto y rompe la investigación, porque al retirarla del espacio donde se ubica pierde el valor en cuestión de dejar incompleta la investigación y el entorno que la favorecía", finalizó Diana Zamora.

oal