Mérida, Yucatán.- A un par de días de haber iniciado una nueva etapa para consolidar su reapertura económica en medio de la pandemia , Yucatán se enfrenta a un panorama incierto y marcado por ya más de dos mil defunciones y 15 mil contagios por el  Covid-19.

En cuanto a la reapertura, de nuevo en las calles del centro de la ciudad se observa una alta movilidad de personas y de autos particulares, que contrastan con las primeras semanas del inicio de la pandemia en esta entidad, el cual está marcado el 13 de marzo pasado cuando se detectó el primer caso.

 En las plazas comerciales, que reabrieron tras cinco meses cerradas, se siguieron estrictos protocolos sanitarios para recibir a los potenciales clientes, sin embargo la afluencia a esos sitios aún es baja, lo mismo que a las salas de cine.

Las personas que entran a los centros comerciales deben pasar por filtros, medición de temperatura, guardar la sana distancia, usar cubrebocas y se les aplica gel antibacterial. Las plazas deben operar al 30 por ciento de su capacidad.

En algunos comercios del centro de Mérida esperan que las ventas mejoren, en especial porque ahora ya podrán abrir los sábados.

Otros opinaron lo contrario, pues aunque por fin pudieron abrir sus puertas, son pocas las personas que llegan al centro de la ciudad para comprar y lo hacen únicamente para trasladarse de sus casas a sus centros de trabajo.

En ese marco, también se inició un cambio de paraderos en el Centro Histórico, después de más de 40 años de permanecer en el mismo sitio, con la idea de evitar las aglomeraciones y liberar las banquetas para darle una mayor fluidez al paso de los peatones.

Muchos  usuarios del transporte ya externaron su molestia, pues tendrían que caminar más y algunos cargando las bolsas de sus compras, pero será hasta dentro de tres meses cuando se haga una evaluación de estos cambios que buscan mejoirar la movilidad en el corazón de la capital yucateca y reducir tanto como sea posible, las potenciales cadenas de contagios.

Esta  nueva etapa de reapertura, también puso fin a la Ley Seca, la cual estuvo vigente más de cuatro meses de los poco más de cinco que ha durado la pandemia en esta entidad, lo cual logró darle un respiro a los expendios que ofertan bebidas alchólicas y también para los consumidores.

Los restaurantes también tendrán horarios más amplios y podrán empezar a recibir comensales, sin embargo no aplicó igual para giros como bares, cantinas y discotecas.

Los servicios religiosos también se reanudarán a partir del próximo día 15 con un aforo no mayor a 50 personas, y también podrán reabrir los gimnasios con estrictas medidas de seguridad e higiene.

Con este plan, Yucatán busca que su economía respire después de casi seis meses de pandemia, la cual ha costado ya más de 80 mil empleos y el cierre de cientos de negocios, además de las más de dos mil vidas que ya cobró el coronavirus a esta entidad del sureste mexicano.