Les falta poco para salir hasta en la sopa.

Felicitan, saludan, apapachan, cuestionan y opinan de todos los temas.

Les apodan “los PANdemonios”, porque salieron a publicitar sus aspiraciones políticas en plena pandemia y son activos simpatizantes panistas.

El vacío en el liderazgo del PAN en El Mante que se siente tras la llegada de Enrique Murillo, permitió que figuras impensables se hayan decidido por la vía libre a proyectar sus ambiciones políticas.

Otro dirigente les hubiera frenado en seco por el bien del instituto político, por respeto a quien gobierna en Tamaulipas y el municipio, sobre todo, por respeto a la ciudadanía, una ciudadanía que ha sido golpeada en seco en su salud y en su bolsillo.

Habrá quien diga que “el que respira, aspira”, lo que es válido, lo cierto es que no se justifica que, en plena crisis sanitaria y económica, lejos de aportar o contribuir a mejoras las condiciones de vida de las familias de El Mante, estos aspirantes panistas a la alcaldía mantense, estén pateando el pesebre, saluden con sombrero ajeno o quieran ser tomados en cuenta sólo por publicitar frases bonitas.

Ya no se trata del panismo en sí; la gente ya no merece políticos oportunistas, espontáneos que quieran vernos la cara ocultando sus más aviesas intenciones detrás de una sonrisa o de una palmada.

No son los momentos para las ocurrencias y berrinches, ni para las cuotas de poder que tanto daño causaron en el pasado y del cual, el PRI tiene enormes ejemplos.

“Los PANdemonios”, como Roberto, Alberto, Sonia, Eloy, Julio, pretenden sorprender a una comunidad agobiada por la situación económica y el miedo a la enfermedad del COVID-19, porque lejos de reflejar ese interés por ellos, han huido a esa responsabilidad social con los más vulnerables.

¡Fuera máscaras! En chorizo de aspirantes que han levantado la mano para que el Partido Acción Nacional los tome en cuenta en las elecciones del 2021, tiene poco para rescatar y sí mucho para cuestionar. Carecen de empatía con la sociedad, no tienen sinergia ni con sus vecinos y, por el contrario, contienen puntos vulnerables que pueden costarle caro a quien decida proyectarlos o acurrucarlos.

“Los PANdemonios” deben esperar.

No son los tiempos ni las condiciones.

Primero, deben echar andar sus negocios, sacarlos de sus crisis.

Primero, deben con su trabajo cuidar la imagen de su gobernador.

Primero, deben contar con un historial de servicio en favor de la gente.

Primero, deben conocer la ciudad y su gente.

Ya después…que el partido decida si se quiere “suicidar” con ellos.

PD: En el caso de “Betito”, es evidente que su padrino es quien debe poner ejemplo de orden en la casa. Enrique Murillo trae muy apapachado al muchacho.

EL PELIGROSO FERVOR RELIGIOSO

- ¿Te consta P…? ¿No tienes miedo que te demos una chinga? Ya sabemos dónde vives maldita vieja.

El mensaje llegó a través de un perfil falso de Facebook a Beatriz N.

La acusan de ser la principal instigadora en contra del sacerdote de la Iglesia “San Juan de los Lagos”, a quien acusan de no acatar las medidas sanitarias en contra del COVID-19 y que fueron impuestas por las autoridades de salud en el país.

Todo comenzó con la publicación en redes sociales de una carta en la que una usuaria de nombre Isabel Ramírez (que suponen es Beatriz) en la que detalla las actitudes del clérigo en plena pandemia:

"Soy Isabel N. y quiero hacer una denuncia:

En Congregación el Abra, el padre de la iglesia *San Juan de los Lagos* está haciendo lo que quiere, no está respetando la sana distancia en las misas, y le dice a la gente que no se ponga cubre bocas, además de que ya inició el catecismo reuniendo a varios niños, sin respetar la distancia, no quiere que los niños lleven cubre boca y que tampoco lleven su gel personal, secretaria de Salud debería de ir a supervisar esa situación, ya que puede estar generando un foco de infección entre los habitantes y sobre todo los niños".

Tras la publicación en Facebook se dejaron sentir cientos de comentarios de los más variados, hubo hasta quienes proponían canonizar al sacerdote de cuya identidad nos reservaremos. Lo cierto, es que también hubo claras muestras de repudio en contra del autor de ese escrito, al medio de comunicación y en contra de Beatriz, a la que acusaban de estar tras los ataques.

Hoy por la mañana abrió su Facebook y se encontró con ese desconcertante mensaje que no deja de preocuparle porque en El Abra la gente es sumamente pasional en esos temas. “Me acusan dolosamente, no soy ni tengo interés en criticar ese tipo de situaciones religiosos, respeto y exijo que me respeten”, me comentó ella.

A mi correo me llegaron tres exigencias (que no solicitudes) para que quitara esa publicación. No hubo amenazas…tampoco la quite.

El fanatismo religioso es de sumo peligro.

Respetar las creencias de los demás debe ser la primera regla general del mundo.

La paz no la hallaremos en altares ni en lugares de cuadro paredes, si en nuestro corazón no somos capaces de privilegiar la diversidad de ideas.

Que solo quede en el anecdotario.

Gastón Espinoza
Es egresado de la facultad de Derecho y Relaciones Públicas, donde obtiene el título de Licenciado en Relaciones Públicas por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Además realizó diplomado en Mercadotécnica.
Desde hace nueve años es autor de “Posdata” que se publica en medios electrónicos de Ciudad Victoria, Tampico y El Mante.
Ha sido director de Comunicación Social en algunos ayuntamientos de la región cañera, así como jefe de prensa de varios candidatos a puestos de elección popular.
Además dirige un negocio dedicado a la edición e impresión de periódicos y revistas en El Mante.