Mientras estaba leyendo el capítulo XXI el cual está dedicado a la filosofía de Immanuel Kant, que viene en el libro “Historias de las doctrinas filosóficas”, de Raúl Gutiérrez Sáenz, me detuve muy apropósito para reflexionar sobre el tema que viene en el punto número 2: “La revolución copernicana” donde se hace referencia a Copérnico (siglo XVI).

En esta parte se comenta aquello de que “No es el Sol el que gira alrededor de la Tierra (…), sino que es la Tierra la que gira alrededor del Sol.” (p. 133).

Aquí viene lo que me interesa reflexionar.

En este mismo sentido, para Kant no es el sujeto cognoscente el que gira alrededor del objeto conocido, sino al revés, el objeto es el que gira alrededor del sujeto; lo cual quiere decir -según leemos en este tema-. “(…) el sujeto es el que impone sus normas al objeto; éste se rige por el sujeto, y no al revés.” (p. 133).

Quiero comentarles que el tema de Kant ocupa importante espacio de análisis para los dos autores cuyos libros los he estado estudiando con calma, a saber: Raúl Gutiérrez Sáenz y Manuel García Morente.

Es con Gutiérrez Sáenz donde leí lo relacionado con Kant para después complementar la información con García Morente. Más adelante les diré algo sobre la vida del filósofo, pero antes mi participación.

Donde deseo detenerme a reflexionar no es tanto en lo profundo de la filosofía del gran pensador prusiano, eso sería lo ideal, y quizá lo pueda hacer más adelante, sólo que en este momento soy un principiante con ánimo de estar opinando con base a mis limitados conocimientos en filosofía.

Con errores de apreciación o sin ellos, les comparto mi reflexión.

Lo que ha observado Kant -algo similar a lo de Copérnico-, que es el objeto el que gira alrededor del sujeto, y no al revés; con Copérnico no es el Sol el que gira alrededor de la Tierra, sino que es la Tierra la que gira alrededor del Sol.

Como Kant ha visto las cosas desde otro ángulo, desde otra perspectiva, cuando se creía tradicionalmente que -según podemos leer en este tema- que el sujeto cognoscente era el que giraba alrededor del objeto conocido, para Kant no fue así.

Esta forma de pensar me hace recordar lo que leí en el capítulo XX sobre Leibniz “Verdades de hecho y verdades de razón”.

En este caso, se explica que las primeras se refieren a lo contingente, a lo que es así, pero que podría ser de otra manera.

El pensamiento: “es así, pero podría ser de otra manera”, es lo que alcanzo a interpretar que hizo Kant, aunque para el filósofo, en este caso, no era así, sino de otra manera.

Aplicado a nuestra vida diaria podríamos pensar que hay cosas que no pueden ser de ninguna otra manera, sino únicamente como las estamos viendo o viviendo, pero ¿por qué no podrían ser de otra manera?

Durante mucho tiempo se pensó que el Sol era el que giraba alrededor de la Tierra, ¿no creen ustedes que Copérnico pudiera haber pensado “pero podría ser de otra manera”?

Podemos imaginar a Kant reflexionando en el mismo sentido: “pero podría ser de otra manera”.

No dudo que haya cosas que se puedan modificar, que se puedan volver a construir; que esto no es lo que deba estar en el centro, sino aquello.

Esos pensamientos tan originales contagian a pensar que debemos ver las cosas de otra manera; que debemos quitar, o mover; que podemos cambiar de posición o de lugar alguna cosa, porque tal vez eso sea así, pero podría ser de otra manera.

Pudiéramos suponer que las cosas giran a nuestro alrededor, cuando a lo mejor seamos nosotros los que estemos girando alrededor de ese algo.

Copérnico y Kant no tan sólo han pensado, han demostrado que las cosas son de otra manera.

Esta ha sido mi reflexión.

Para terminar, quiero comentarles de forma breve parte de las biografías que leí en los dos libros los cuales ya les mencioné líneas arriba.

Immanuel Kant nació en Königsberg (Prusia), en el año de 1724 y murió en 1804, a los ochenta años. Se cuenta que nunca salió de su ciudad. Era bajo de cuerpo, pues medía aproximadamente 1.50 de estatura.

Según explica García Morente, era flaco, de pecho hundido, era un hombre muy exacto para todo.

A los cincuenta y siete años escribió su Crítica de la Razón pura. Fue profesor de filosofía, aunque en su tiempo, en las universidades alemanas dominaba la filosofía de Leibniz.

Manuel García Morente en su libro “Lecciones preliminares de filosofía”, dedica varias páginas a la filosofía de este gran pensador como lo fue Immanuel Kant.

Este fue el apunte de hoy. ¡Comparte la experiencia!

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.