Fue Cayo Julio César quién pronuncio por primera vez la famosa frase; Divide et impera (Divide y Vencerás.

En los siguientes dos mil años de historia, muchos han sido, los personajes que han seguido esta estrategia y otros tantos líderes políticos que a través de la historia lo intentaron con buenos resultados, pero en otras ocasiones el desastre los arrolló en su afán de utilizar esta habilidad.

Divide y vencerás es el concepto que se refiere a una táctica que rompe las estructuras de poder existentes y evita la vinculación de grupos de dominio y los más pequeños.

Puede ser utilizada en todos los ámbitos en los que, para obtener un mejor resultado, es en primer lugar necesario o ventajoso romper o dividir lo que se opone a la solución o a un determinado problema inicial, también a una forma de gobernar.

En política se utiliza para definir una estrategia orientada a mantener bajo control un territorio, una población, o programas de gobierno, dividiendo y fragmentando el poder de las distintas facciones o grupos de opositores existentes, de tal manera que no puedan reunirse en pos de un objetivo común.

Y precisamente, para evitar uniones y entendimientos, el poder central tiende a dividir y a crear disensiones y desconfianzas entre las distintas facciones, grupos o el mismo pueblo, a fin de disminuir las posibilidades de influencias o entendimiento en contra del dominio ya establecido.

En resumidas cuentas, la técnica permite a un poder central, ejercer una administración polarizadora para gobernar y dominar a una población mucho más numerosa, y de una forma relativamente simple.

Y toda esta explicación que describe lo que significa el término “divide y vencerás” pareciera dibujar plenamente a   la actual administración federal que preside el presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando centra su política al describir quienes son los “conservadores” y quienes “liberales”, abriendo así un debate que enfila hacia “dividir y ganar”

‘¿Y que es lo que pretende AMLO al polarizar estas acervas criticas mañaneras a los grupos de poder en México?

Al proceder de este modo el gobierno de la 4T, contribuye al debilitamiento y posterior deterioro de las relaciones entre las facciones o grupos significativos haciendo imposible o dificultando las alianzas o coaliciones entre ellos, lo que, si se llegara a concretar, podría cuestionar el orden establecido y desde luego poner en serios problemas su administración.

En estos momentos difíciles por los que atraviesa México, lo procedente es, instituir enlaces de lo primordial, creando entornos de confianza y afianzar el acercamiento entre la sociedad, y el gobierno, premisas sustantivas que en estos momentos de gran incertidumbre económica y salud, incumben por igual al gobierno federal y a la sociedad en general

Y bajo esta inferencia y dejando a un lado las polémicas mañaneras, AMLO, antes que dividir y polemizar con los empresarios, a los que tilda de “conservadores” debe cuidar esa fuerza innegable que estos señores tienen en el país y que son generadoras de empleos y una economía favorable a las clases trabajadoras…

En fin, terminamos estos comentarios con la frase del actor y escritor, Woody Allen:

“La vocación del político de carrera es hacer de cada solución un problema.”

Esperemos que eso deje de suceder en nuestro país.

Tito Reséndez Treviño

Licenciado de Derecho por la UNAM

Diputado Local 1984-1986

Presidente Municipal de Victoria 1987-1989

Director de la Biblioteca Marte R. Gómez