Padilla nos recuerda la historia

Padilla es, como los reflejos condicionados de Pavlov, un detonante que para que sus hijos, sus pobladores, no olvide a los héroes que nos dieron patria y libertad; que fueron capaces de emprender una lucha, de ofrendar su sangre, su vida, para que hoy, después de 200 años, tengamos un país independiente, libre, democrático, representativo.
 
Este año, el 2010, se conmemoran 200 años que Don Miguel Hidalgo y Costilla convoco al pueblo a una lucha, la de Independencia. Y se cumplen, además, 100 años del primer movimiento revolucionario del siglo XX; el mismo que configuro al México actual aniquilando una estructura social, económica y política de pobreza, marginalidad, de represión, donde las libertades eran letra muerta.
 
¿Por qué Padilla es un detonante para el recuerdo histórico? Porque Padilla es un pueblo histórico; escenario de hechos, de eventos, que determinaron el rumbo de la vida política, social y económica de la entidad. Padilla ha sido, y sigue siendo, la tierra que da a la sociedad hombres y mujeres valiosas, de talento, cuyo trabajo y responsabilidad esta a la vista de todos.
 
Hagamos un recuento mínimo de hechos:
 
Se fundó Padilla gracias a la visión y planificación de Don José de Escandón y Helguera. Se fundó el 6 de enero, hace 261 años, por 43 familias provenientes de Rio Blanco, Linares e Hidalgo.
 
Se fundó bajo la advocación de San Antonio de Padua, en honor de Doña María de Padilla, esposa del Virrey de la Nueva España, Conde de Revillagigedo.
 
Las ideas de independencia de Miguel Hidalgo, de José María Morelos y de otros, tuvieron eco en Santander. Hubo levantamientos en Tula y en la zona centro en Aguayo, Güemez, Padilla y San Carlos.
 
el 31 de Enero de 1824, en la Ciudad de México, se expidió el acta constitutiva de la Federación; firmando, como único diputado por Tamaulipas, Don Pedro Paredes Serna, originario y vecino de la Villa de Padilla.
 
La Villa de Padilla se convierte en la cuna del federalismo tamaulipeco al ser designada como sede del Primer Congreso Constituyente, que se instalo el 7 de julio de 1824. Dicho Congreso, designa a Padilla como Capital de la entidad.
 
En Padilla se estableció la primera imprenta del gobierno, a cargo de Godwin B. Cotten; fue el medio para publicar los decretos y las circulares de la naciente administración pública.
 
En Padilla, también, se hizo cumplir el decreto del Congreso General, ejecutando a Agustín de Iturbide bajo el cargo de traidor a la patria.
 
Y en Padilla, ahí donde fue ejecutado Iturbide, posteriormente se suicida Manuel Mier y Terán, militar, expedicionario y servidor público.
 
Y Padilla murió, para dar vida a Nuevo Padilla. Murió ahogada oficialmente el 17 de octubre de 1971 por las aguas de la Presa Vicente Guerrero, cuando sus habitantes se reubicaron en lo que hoy conocemos como NUEVO PADILLA.
 
Padilla, al ser escenario de hechos históricos, es protagonista del pasado y del presente. El nombre de El Viejo Padilla, o el Nuevo Padilla, está inscrito en libros de texto, en monografías, en cuentos, novelas, canciones, corridos, poesías, obras de teatro, entre otros medios de difusión y almacenamiento de datos.
 
Además, no podemos soslayar, que Padilla es parte del presente socioeconómico: los torneos de Pesca en la Presa Vicente Guerrero ya tienen fama internacional; y no se diga, por otra parte, el turismo cinegético. Padilla genera divisas.
 
También, el nombre de Padilla, se esparce por sus hijos pródigos que han destacado. Muchos pasaron por esa Escuela: Basta escudriñar en diccionarios biográficos para encontrar líderes políticos, educativos, partidistas, sindicalistas, deportistas, poetas, juristas, servidores públicos. Basta mencionar, por ejemplo, que en la biografía de Amalia González Caballero de Castillo Ledón se consigna que sus estudios de primaria los realizo en Padilla, para luego ir a la capital a estudiar la Normal.
 
Padilla es un pueblo histórico, un pueblo valioso por sus tradiciones y costumbres, por su potencial socioeconómico, por su gente valiosa, que se entrega al trabajo, que lo hace responsable y diligentemente.
 
Padilla es un pueblo que sueña con un mejor futuro. Por eso recordamos el bicentenario de la Independencia; el centenario de la Revolución Mexicana, y los hechos que hacen, de Padilla, un pueblo histórico, en principio su fundación.
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