Tampico, Tamaulipas. - El obispo de la Diócesis de Tampico, José Armando Álvarez Cano, hizo un llamado a todos los cristianos para que no sólo practiquen un ayuno de la carne y de otros accesorios de la vida, sino también ayunen de la violencia.

Manifestó que quienes entren a esta etapa de la penitencia deben abstenerse de los actos violentos y de la corrupción, y esto incluye a las agresiones directas o veladas en contra de las mujeres y las niñas.

Monseñor expresó durante la ceremonia religiosa de la imposición de la ceniza y el inicio de la Cuaresma en preparación a la Pascua, que su invitación fue a la conversión de la sociedad para "quitarnos todos estos vicios que tenemos".

Expresó además en entrevista, como lo expuso en la homilía, que los diferentes tipos de violencias también deben visibilizarse de forma permanente y no verse hoy como una moda que surge y se olvida.

Álvarez Cano destacó además que en muchos nuestros municipios, especialmente los del sur de Tamaulipas, es decir Tampico, Ciudad Madero y Altamira, son los municipios con la más alta tasa de violencia intrafamiliar.

Expresó que la Conferencia del Episcopado Mexicano, que está integrada por obispos de todo el país, está a favor del "Paro Nacional de Mujeres", por lo tanto, las mujeres que integran la Diócesis de Tampico, quienes representan la mayoría, están en libertad de participar o no en el movimiento con el que se busca concientizar a la población para generar un alto a la violencia de género.

Pidió por último que la sociedad debe involucrarse aún más en atender estas problemáticas que ahora se discuten y si todos participamos se logrará la paz y se haga con este esfuerzo una limpieza por todo lo que provoca la corrupción, pero no es "lavándose las manos" como se remediarán estos desafíos.