El día de ayer por la mañana, en la imprenta me hicieron entrega del primer libro o el ‘libro prueba’ para poder revisar los errores que se me hayan pasado al momento de redactar, de estructurar, de maquetar o, en cuanto al diseño. Lo que más me preocupaba eran los márgenes, porque sabía que, si eso salía bien, a partir de ahí lo demás sería cuestión de perfeccionar.

A pesar de haber hecho unas pruebas, siempre existió la duda por saber cómo iban a salir los márgenes en el libro ya impreso.  Bueno, creo que lo logramos. El libro salió perfectamente bien, sin ningún error de diseño.

Al tener el libro en la mano me he dado cuenta de lo importante que es aprender a valorar lo que se tiene. Tratándose de creatividad uno debe ‘crear’ con lo que se dispone en ese momento. En mi caso, desde mi computadora Laptop, he aprendido a usar el sistema Word para configurar los márgenes del libro.

Es cierto que existen programas mucho más profesionales para maquetar, incluso, para diseñar, eso es verdad, pero también es cierto que se debe trabajar con lo que se tiene o con lo que se sabe; ahora, si es mucho el interés de aprender a hacerlo por uno mismo, no veo cuál sea el obstáculo; ¿falta de iniciativa? ¿Ganas de hacer las cosas?  

Sinceramente no veo alguna diferencia de maquetación entre mi libro con respecto a los que anteriormente me diseñó (valga la redundancia) la diseñadora. Me atrevo a apostarle más al que yo diseñé porque lleva la idea esencial que quería transmitir.

Le mostré el libro a mis camaradas con el propósito de que me dieran sus impresiones, la mayoría coincidió en que la portada y contraportada junto con el contenido, se les había hecho interesante. A mí me parece aún más importante la idea de aprender cosas nuevas; tomar la iniciativa; arriesgarse.

Me quedo contento con lo que acabo de hacer, pero no estoy satisfecho porque esto apenas comienza.

Nada más de pensar en que algún día tus ideas puedan estar en una librería es emocionante; como también es de adrenalina pura imaginar que tu propia editorial comience a escucharse por boca de la gente.

Es agradable expresar un ‘¡sí pude!’, ‘lo hice!’, porque hemos llegado al grado de demostrarnos a nosotros mismos que sí somos capaces de poder hacer realidad lo que nos propongamos en la vida.

Parece fácil cuando ya se tiene el libro en la mano, pero: ¡cuántas horas invertidas!, ¡cuántos tutoriales vistos!, ¡cuántos textos corregidos!, ¡cuántas pruebas de diseño!, ¡cuántos ejercicios en Word!, ¡cuántos ejercicios en Paint 3D!, ¡cuántos dolores de espalda!, ¡cuántos dolores de cabeza!, ¡cuántos desánimos!, ¡cuántas emociones!, ¡cuántos miedos!, ¡cuántas alegrías!, ¡cuántas tazas de café!, ¡cuántas dudas!, ¡cuántas respuestas!

Sé que el camino es largo, incluso que está lleno de espinas, aun así, seguiré siempre adelante.

1. Próximamente el libro estará a la venta.

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Correo electrónico: saritahdz73@hotmail.com

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.