Estamos a 30 años de la creación de lo que hoy conocemos como Instituto Nacional Electoral y a 20 años de la transición a la democracia en la Presidencia de la República. Este año debe ser reflexivo para nuestro sistema político y sobre todo ahora que en todas las democracias latinoamericanas se ha visto cierto ambiente convulso y polarizante que parecerían ya más característico de nuestra época.

Van aquí algunas reflexiones desde este espacio, que tiene el sesgo de ser Presidente del PRI a nivel municipal.

Uno. El cambio de partido en el poder no representa que tengamos una democracia plena. Todos los días debemos de trabajar por ella, he ahí la importancia de mejores mecanismos de participación ciudadana en la rendición de cuentas y en la toma de decisiones. De lo que han llamado un cambio de régimen.

Dos. Los cambios y las mejoras en nuestra democracia vienen de muchas reformas electorales (partiendo de la reforma política enunciada por le Maestro Jesús Reyes Heroles en 1977, en Chilpancingo, Guerrero) que terminaron entre otras cosas en crear un instituto electoral (INE). Quitarle las facultad de organización y la calificación de las mismas al poder ejecutivo y al poder legislativo no es poca cosa. Fortalecerlo es la única vía para continuar con este proceso que ha dado la alternancia al menos a tres fuerzas políticas distintas.

Tres. La transición democrática no ha traído una mejora en el bienestar en general, la brecha de desigualdad se ha agrandado, el salario mínimo perdió poder adquisitivo en todo este tiempo. Pero se han dado nuevos programas como el seguro popular, la transparencia, el fondo para la infraestructura social, entre muchos otros.

Falta mucho qué hacer para mejorar la condición en la que viven millones de mexicanos. El sistema político mexicano con todos sus defectos ha permitido que distintas fuerzas políticas lleguen al poder y que aporten o impriman una forma distinta de plantear los “Qués” y los “Cómos”, ahí esta el reto en lo venidero, no en la alternancia en sí.

Horacio Reyna de la Garza

 

Lic. en Ciencia Política y Administración Pública, tiene una maestría en Política y Gobierno. Es regidor del Ayuntamiento de Victoria y catedrático en la Universidad La Salle.