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Sección: Editoriales / Escenario político
La cábala de un gobernador; y el show de Arnulfo
Por: Marco Antonio Torres de León
23/08/2011 | Actualizada a las 09:44h
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El
gobernador EGIDIO TORRE CANTÚ visitó El Mante ayer a temprana hora desde el
mediodía, en un día fresco y húmedo; Egidio Torre se hizo acompañar por el
alcalde HUMBERTO FLORES DEWEY, quien por su parte, elogió su voluntad por
favorecer al Mante desde su primer día como mandatario.
Humberto agradeció a Egidio Torre que haya incluido en su agenda al Mante, en
un día tan importante, como fue el arranque de un nuevo ciclo escolar lectivo
2011-2012.
Y más aun, que haya traído trajo millones de pesos en beneficio a favor del
estudiantado lugareño.
Resaltó que nunca antes ningún gobernador lo había hecho, de incluir al Mante
en su agenda; Humberto considerando histórico este hecho. Y Egidio recibió
aplausos sinceros por esto.
Con el gobernador arribó además el secretario de Educación de Tamaulipas,
DIÓDORO GUERRA, político-funcionario casi setentón, a quien los malos efectos
de una incipiente –o terminal quizá- diabetes se le comienzan a notar, a menos
que nos equivoquemos.
O como dicen en el rancho, ojala no estemos empecatándonos (llenándonos de
pecados).
A menos que tenga sangre oriental el titular de Educación, y hayamos visto mal,
pero su color de piel era diferente; su color amarillento lo delataban.
Pero el show lo vino a traer un visitante singular.
Por eso, ohh sorpresa, arribó además –acompañando al gobernador- un payaso
impar y sin igual, mentor de tez morena y chillona e importuna comparsa, que
iban con él a su diestra y a su siniestra. Era ARNULFO RODRÍGUEZ TREVIÑO, el
líder del SNTE de Tamaulipas, que por fortuna ya se va.
Llamó la atención que le gritaba escandalosas porras a él, y no al gobernador,
lo cual fue motivo de risas nerviosas en algunos políticos presentes.
Los maestros ignoraban al gobernador, quien solo acertaba a sonreír.
Dio la clara impresión que el gobernador era otro, no Egidio, quien un tanto
taciturno, abatido o serio, volteaba a todos lados.
Tan marcado fue el error de los ´maestros´ mantenses, que obligaron a Arnulfo a
pedir: “Ahora quiero otra porra, que sea para el gobernador”.
Y los maestros obedecieron al pastor.
Aquello fue pues, dijeron algunos asistentes, una estupidez política, un craso
error, error tan elemental y básico como cualquier materia de primer año de
primaria.
Pero el mal ya estaba hecho.
El aludido ARNULFO, el mismo que en el pasado se habló de tú con EUGENIO
HERNÁNDEZ FLORES y quien dormía en la misma cama de JOSÉ MANUEL ASSAD
MONTELONGO, ex secretario de Educación, esta vez no halló eco en su llamado a
fiestas.
Quizá un solo acierto tuvo, y fue cuando pidió a los asistentes un minuto de
silencio en homenaje a quien fue secretario del Ayuntamiento, RICARDO CRUZ
GARCÍA, funcionario asesinado hace apenas tres días aquí, y cuya noticia causó
estupor y revuelo nacional.
Por cierto, Ricardo García Cruz será homenajeado - post mortem-hoy en la
explanada del Palacio Municipal muy cerca de las 4: 20 de la tarde, según
información que tenemos; y como último destino, su cuerpo será velado en la
Iglesia de Guadalupe (Catedral) cerca de las 5 de la tarde.
El secretario general del SNTE sección 30, ARNULFO RODRÍGUEZ TREVIÑO, así como
llegó con su séquito de porros a su lado, así se fue. Aunque al final quienes
lo acompañaron en el acto lo dejaron solo pues este se subió a la misma
suburban en que se fue el gobernador.
El alcalde del Mante iba ahí, por supuesto.
Llamó poderosamente la atención un detalle, EGIDIO TORRE CANTÚ no pierde su
costumbre de viajar en el asiento trasero de cada suburban en que le toca
viajar.
Jamás viaja en el asiento delantero.
Esto atrajo la atención de muchos; y sea cábala o una normal costumbre, como se
le quiera clasificar, pero es decisión muy respetable.
Notamos además su estilo sobrio, serio, formal, distinto, muy distinto al que
usó por seis años Eugenio Hernández Flores, quien no paraba de reír y bromear.
Se nota a leguas que Egidio lleva a cuestas una constante preocupación.
Pero además, esto no obsta para impedirle sonreír, ser atento y cordial con
medio mundo.
Llamó la atención el abrazo que le dio –una vez concluido el evento ceremonial-
al gerente local de COMAPA, Ingeniero PABLO GONZÁLEZ LEÓN; y la foto que ambos
se tomaron.
Le prodigó una abierta sonrisa, un abrazo fuerte y un ¡Suerte!, échale ganas.
Empero si alguien no cree en los desatinos o en las humillaciones, está
francamente bien equivocado.
Resulta que el diputado local –por el III Distrito- RIGOBERTO RODRÍGUEZ RANGEL
fue hecho a un lado por los responsables del área de Giras y Eventos cercano al
gobernador, y por su equipo de Logística.
Resulta que por ningún lado apareció la silla que le correspondía en el
templete.
Y daba risa, mucha risa ver al diputado federal ALEJANDRO GUEVARA COBOS
quitarse el overol de diputado y ridículamente ponerse el uniforme de gestor,
pidiendo una silla para Rigoberto.
Prácticamente desde el templete Alejandro Guevara regañaba al responsable
de Giras y Eventos, y les echaba miradas de fuego.
Al final alguien acercó una silla para Rigo. Pero el mal ya estaba hecho.
Fue cruel la humillación. Esto provocó que Rigoberto Rodríguez, diputado local
por el PVEM, transmitiera sonrisas nerviosas, sumamente nerviosas a los
asistentes.
Aunque un acierto hay que reconocerle al diputado local.
Esta vez Rigo no cometió el error de llevar muy cerca de su humanidad a su
asesora particular, MIRIAM CISNEROS, la misma mujer priísta que hace años
despidió ENRIQUE CÁRDENAS DEL AVELLANO de su equipo cercano.
La citada mujer, quien en vez de hacerle un bien daña perjudicialmente la buena
imagen de Rigoberto, esta vez guardó una sana distancia entre ella y el
político. Esto ya es ganancia.
Más no pueden pedírsele peras al olmo.
Rondaba cerca, muy cerca, otra conocida mujer, también militante del PRI y
quien nunca acaba por aprender que a un amigo importante no hay qué fregarlo
mucho; y que hay qué esperar pacientemente a que él te llame, no ir como
burrito corriendo a donde él.
Ella es Adriana Serna, quien esta vez tampoco quiso perder oportunidad de pedir
“apoyos”, como lo hace con cada gobernador en turno. Pero de último minuto se
detuvo; solo se mantuvo expectante.
Aunque alguien –en ese momento- la criticó por querer invadir el campo
profesional del periodismo. Pero esto es otra cosa.
ALEJANDRO GUEVARA COBOS por su parte, tampoco pasó desapercibido; y se volvió
parte de la fiesta.
Arribó vestido en guayabera yucateca blanca fina. Pero pálido u oscurecido su
rostro quizá por el efecto del cruel alcohol, insistía una y otra vez a gente
de Giras y Eventos que le llevaran una silla Rigoberto Rodríguez Rangel.
En resumen, la visita de ayer de EGIDIO TORRE CANTÚ valió mucho más que una
simple parada técnica.
Y valió muchos pesos más que los 22 mil útiles escolares donados por su
gobierno a la niñez y juventud mantense.
Constituyó una atenta cortesía, un honor y un reconocimiento tácito al gobierno
del doctor Humberto Flores.
La de ayer fue la tercera visita del gobernador desde su debut como
mandatario.
El alcalde lo resaltó en su discurso.
Llamó la atención el notorio sentido de agradecimiento del alcalde a las
deferencias del gobernador a los mantenses. No perdió tiempo en reconocerlo
públicamente.
En resumen ayer arribó con vestimenta de Santa Claus, aunque no traía el ropaje
para el efecto.
Bien, por hoy es todo. Nos leeremos pronto.
Pero antes de irnos, una trivia, o algo parecido a eso.
Alguien sabe ¿Qué diferencia existe entre dos carismáticos ex gobernadores de
estados del norte de México, Tamaulipas y Coahuila, llamados Eugenio Hernández
Flores y Humberto Moreira Valdez respectivamente?
-La diferencia entre uno y otro es simple, el ex gobernador de Tamaulipas
necesitó estimulantes para estar vigoroso y alegre en su extenuante jornal
diario de trabajo; el de Coahuila nunca lo necesitó, ya nació mal.
Hoy Humberto Moreira está emproblemado.
Y siente que hasta ENRIQUE PEÑA NIETO lo ve con desconfianza; y que en vez de
favorecerle su presencia cerquita de él, lo perjudica.
Y es que sería inédito e insólito que esta vez, para debilitar al proyecto
presidencial del PRI, las balas de metralleta no vayan teledirigidas contra el
líder encabezador del proyecto, sino contra uno de sus “segundos”.
ERNESTO CORDERO ARROYO desde la Secretaría de Hacienda está disparando su arma
al segundo, y no al primero.
Parece que le está dando buen resultado.
Humberto Moreira siente pasos en la azotea. Y por primera vez mira con espanto
que la bola de nieve que él mismo provocó al permitir enriquecimiento ilícito
en sus subalternos (prestanombres, le llaman otros), da un giro terrible y ya
va contra él.
Con clara intención de aplastarlo.
Ahora sí, es todo.
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