Consternó a Ciudad Victoria lo sucedido con el niño MARIANITO, fue secuestrado y luego encontrado sin vida, indignó porque no se vale se cometan aberrantes acciones en contra de inocentes.

Cierto es que no se debe atentar contra la integridad física, emocional o quitar la vida a nadie, pero menos a los pequeños, porque definitivamente el utilizar a un niño solo por maldad o para cobrar venganza es no tener temor a DIOS.

Quien sabe cuáles serían las verdaderas causas, los motivos por la que esos desalmados asesinaron al pequeño, pero nada les justifica.

La maldad de adultos no debe dañar a menores, los niños deben ser protegidos, sean o no nuestros.

En el caso del pequeño, ¿qué pudo realmente llevar a esos hombres a quitarle la vida?, versiones extraoficiales aseguran que uno de los secuestradores era empleado del padre del MARIANO, no dicen dónde ni a que se dedicaban, pero fuera cual fuera el trabajo, los niños deben quedar fuera de todo conflicto.

Aseguran que el señalado como culpable fue despedido por el padre de MARIANO y en venganza éste secuestro y asesino al niño, quizá el rencor y la impotencia de quedarse sin empleo era mucha pero, insistimos, nada justifica que paguen inocentes las culpas de los adultos, además que la familia del plagiario ahora también sufrirá los daños colaterales de su mala acción y tampoco se vale que paguen justos por pecadores.

Hoy puede haber mil versiones y declaraciones, pero lo que pensó cada uno de los delincuentes a la hora del secuestro y quien perpetuo el asesinato solo ellos lo saben, y le insistimos, nada les justifica.

Esa es la razón por la que la sociedad victorense espera que caiga todo el peso de la ley contra los secuestradores y asesinos de este niño, es un hecho que de una manera u otra tendrán castigo divino, pero también que les alcance la justicia de los hombres.

Aclaro, aunque se lo merezcan por el abérrate hecho que cometieron no se le está deseando la muerte a estos desalmados, la vida se encargará de cobrarles todo pero si se quiere que se aplique la ley, que si los detenidos son los culpables que no se tengan consideraciones con ellos y luego salgan libres, gente de ese tipo no se necesita en las calles.

Ojalá que el castigo sea en ellos, directo, que sus familias no sufran los daños colaterales de las malas acciones de esos malditos.

Dolor, indignación, impotencia es lo que la generalidad de los victorenses sienten ante lo sucedido con el pequeño MARIANO, se acaban las letras y las palabras para expresar la tristeza al imaginar el sufrimiento de su madre, el desosiego de un padre, el coraje de una familia, por lo que solo resta decir que se haga justicia y DIOS de consuelo a los padres del angelito que seguramente está en gloria divina.

Rosa Elena González

Es Licenciada en Relaciones Públicas. Ha colaborado con editoriales en El Mercurio.
Actualmente su columna Vida Diaria se publica en el Portal HOYTamaulipas y los periódicos La Verdad de Tamaulipas, Expreso, La Extra, La Voz de Tula, El Tiempo de Mante y Astronoticias, El Bravo de Matamoros y Canal 10