Matamoros, Tamaulipas.- El sol hace su aparición en Matamoros, a la orilla del Río Bravo ilumina las casas de campaña de los inmigrantes.

Entre los árboles se observa el esplendor de la luz solar, en tanto el olor a leña es percibido al caminar sobre el bordo de contención de este caudal.

La comunidad inmigrante madruga para iniciar la semana cocinando, lavando, limpiando los alrededores de sus casas de campaña.

Mientras que unas amas de casa barren, otras cocinan o lavan su ropa, en tanto el resto de la comunidad se asea para iniciar una semana más en espera de ese sueño de llegar a los Estados Unidos de manera legal.

Cada día son más las personas que se encuentran viviendo en los alrededores del Puente Nuevo Internacional, donde el reporte de las autoridades es que ya son cerca de los mil 700 inmigrantes de diferentes nacionalidades quienes habitan en esta zona de Matamoros.

Al llegar a este lugar, de lejos se observa las fumarolas, pero entre casa y casa, las prendas de vestir que lavan a temprana hora para que en horas de la tarde ya estén secas y poderlas usar de nueva cuenta.

Los niños algunos comen manzanas, otros juegan, tiran agua, y otros solo están en espera de que sus padres lleguen con su desayuno.

Al subir en el bordo, desde ahí se puede observar las casas de campaña, mismas que prácticamente invadieron toda esta área verde, convirtiéndola en una pequeña comunidad.

Este es el amanecer de esta población que desde el pasado mes de julio inició a llegar a Matamoros y están en espera de recibir un asilo humanitario por parte de los Estados Unidos.