Tampico, Tamaulipas. - La familia de Jessica Gabriela Hernández García, exigió justicia a poco más de un año y medio del indigno doble crimen donde fue víctima junto con su bebita, lo que conmocionó a toda la población de la zona sur de Tamaulipas.

Este día 1 de noviembre "día de los angelitos", de los que fallecieron siendo bebés, la familia llegó hasta la tumba de la pequeña Skarlet, quien como se recuerda fue extraída del vientre de Jessica Gabriela por un matrimonio que ahora está siendo procesado por la doble muerte de la joven y su hija.

La madre de Jessica Gabriela, Ana Delia García Hernández acudió este día 1 de noviembre al Cementerio Municipal de Tampico para recordar a la bebita que tenía de desarrollo ocho meses en el vientre de Jessica, cuando este par de presuntos asesinos le arrebató la vida, extrayéndola sin ningún remordimiento ni respeto a la vida.

Para esta fecha, los familiares adornaron la tumba con globos de colores blanco y rosa, trajeron una muñequita para Skarlet, y le pusieron tamales y refresco; traían una pequeña bocina adaptada para sintonizar melodías para la menor.

Como se recuerda, Jessica Gabriela era una joven mujer que radicaba en la zona norte de Tampico, de apenas 20 años de vida, quien cayó en una trampa de sus dos victimarios cuando vía redes sociales le ofrecieron ropita para su bebé, sin imaginar que iba al corredor de la muerte prematura, ella y su bebita no nato.

De hecho, su muerte, una de las más crueles cometidas en la historia de la ciudad, generó mucho enojo social, porque se intentó ocultar por los presuntos autores, al grado que la mujer del matrimonio asesino llegó al Hospital Garlos Canseco haciéndose pasar como madre de la menor.

Todo este escenario descubierto hizo notar que el cuerpo de Jessica Gabriela estaba debajo de la cama de este matrimonio, hasta que las pesquisas sorprendieron al hombre y a la mujer responsables del más nefando crimen cometido en el tiempo reciente.

Mientras, ahora en la tumba de Jessica Gabriela y de Skarlet estuvieron como se apunta su madre, esposo y familiares para recordarlos en la fecha "de los angelitos", adornando el sepulcro donde ambas descansan, pero con la postura firme de exigir justicia, a fin de que se castigue al matrimonio cómplice que aún no tiene sentencia de parte de las autoridades.