La alarma se desató en redes sociales. Muchos usuarios replicaron el anónimo llamando a resguardarse antes de las 23:00 horas en sus casas para no exponerse a los anunciados peligros de las calles.

Era la noche del lunes y el comentario estaba en todas partes. El mensaje generó psicosis.

El secretario del Ayuntamiento Federico Fernández salió a calmar los ánimos. No había tal. La ciudad estaba en paz.

“Matamoros es una ciudad de paz, no hay tales alertas, es una falsedad, una mentira irresponsable de una o varias personas que tratan de crear psicosis, dijo el funcionario.

Negó el toque de queda y calificó de “una irresponsabilidad” el haber desatado y fomentado rumores que no tenían ningún fundamento.

El grupo interinstitucional de Seguridad realizó indagatorias y se comprobó que se trató de noticias “completamente falsas”.

Desde la noche del lunes y la madrugada del martes había poca actividad en las calles. Las horas transcurrieron sin novedad, pero entre los imparables rumores.

Previamente, los ánimos ya estaban alterados. Se habían difundido casos de intento de robo de niños. Hechos en los que supuestos sujetos pretendían arrebatar a bebés de los brazos de sus madres. Ningún caso confirmado en denuncia ante las autoridades.

Matamoros está atravesando tiempos complicados. ¿Qué tanto está influyendo el constante arribo y la estancia permanente de migrantes en espera de asilo por parte de los Estados Unidos?

Las denuncias también aluden a reiterados robos en el primer cuadro de la ciudad, cometidos, según las víctimas, por hombres y mujeres que por su modo de hablar no parecen mexicanos.

El improvisado campamento migrante que funciona desde hace meses en el puente nuevo internacional está muy cerca de esa zona.

Eran mil migrantes hasta hace un par de semanas, ahora son dos mil. Las pequeñas casas de campaña obsequiadas por organizaciones altruistas de Brownsville ya se extendieron hasta el bordo del río Bravo.

La desesperación hizo que la madrugada de este jueves, los migrantes llegaran hasta las inmediaciones y bloquearan el puente. Exigen acelerar el trámite.

Con motivo de las amenazas de Donald Trump de aplicar aranceles a productos nacionales, el gobierno mexicano aceptó en junio todas las condiciones de Washington y entre estas atender a los migrantes en espera de asilo.

No ha sido así. No hay albergues, no hay oportunidades de empleo para ellos y están sobreviviendo de la caridad de personas altruistas.

El flujo de migrantes va en aumento. El fenómeno se está desbordando y amenaza con un problema mayor. No solo en Matamoros sino en otras ciudades fronterizas de Tamaulipas. La verdad es preocupante.

maribelvillarreal@hotmail.es

Maribel Villarreal

Periodista en Matamoros, Tamaulipas
Es jefa de información en WRadio