El 5 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Mujer Indígena y si, se escucha bonito pero, ¿sirve de algo?, la verdad quizá para que unos cuantos se vanaglorien y otras que ya olvidaron sus orígenes saquen provecho de ellos, los recuerda cuando les conviene y aprovechan para hacerse notar, hasta ahí solamente.

Porque realmente, ¿cuántas mujeres indígenas sabrán que tienen un día para celebrar?, muy pocas, la gran mayoría ni enteradas están.

Además las mujeres indígenas, a menos la mayoría de las de nuestro país, a pesar de ser la esencia misma de esta nación viven en desolación.

Son migrantes en su propio país, buena parte de las mujeres indígenas acompañan a sus hombres en la incertidumbre de si podrán ver a sus hijos crecer y tener un lugar estable donde vivir, esa es la triste realidad.

Para muestra la región de Chiapas donde miles de mujeres migrantes carecen de lo esencial, ni siquiera tiene un pedazo de tierra, son desplazadas por intereses mezquinos de los empoderados, lo peor, nadie les defiende.

Lo mismo sucede en Oaxaca y muchas Entidades más donde nuestros indígenas son vejados, maltratados, obligados a vivir miseria

Y mientas buena parte de nuestros indígenas son invisibles en su dolo, nadie les ve ni les escucha, administración tras administración los encumbrados hablan de partidas especiales para atenderles, hacer que la brecha de desigualdad se les acorte, que tendrán mejores condiciones de vida y la verdad muchos de ellos ni siquiera tiene acceso a los sistemas de salud, comen una vez al día o cuando pueden.

La mayoría de nuestros indígenas siguen viviendo en lugares donde el frio cala hasta los huesos o el sol calcina y el hambre mata, mientras el gobierno sigue sin darles su verdadero valor o ya de perdido un poquito de atención.

Razón por la que hoy dudamos que las mujeres indígenas, a menos la mayoría de las nuestras, de la raza de bronce, sepan que este día en algunos lugares del mundo se les festeja.

Obviamente no faltarán las oportunistas, las que con bombo y platillo, porque están cerca de los encumbrados políticos, festejen el Día Internacional de la Mujer Indígena aunque poco sepan de las necesidades de las que aún viven en cuevas, las desplazadas de la selva Lacandona, las que mueren fuera de los centros hospitalarios al dar a luz porque no fueron merecedoras de recibir atención.

Sin temor a equivocarnos podemos asegurar que pocas, muy pocas, serán las mujeres indígenas que sepan que hoy es el Día Internacional de ellas y quizá las que por alguna razón llegan a enterarse seguirán viviendo en el olvido del sistema y poco les importará la fecha, ellas tienen otras preocupaciones y ocupaciones.

Buscar cómo sobrevivir, alimentar a sus hijos, apoyar a sus hombres, aunque estén desplazados y olvidados, para la mayoría de las mujeres indígenas es prioridad y el Día Internacional no les sirve para comer.

Para que vamos tan lejos, cierto es que en nuestro Estado no tenemos etnias, los janambres ya se extinguieron pero en las calles encontramos mujeres, que llaman Marías, vendiendo sus artículos y la mayoría de las veces la gente ni las ve ni las escucha, las miran con desprecio.

Así es que a menos este día, si usted ve en la calle a una Mujer Indígena apóyela, quizá la felicitación no valga porque lo más seguro es que ni enteradas de que es su día estarán, pero mucho le agradecerán si una ayuda les da porque cierto es que nuestras indígenas sufren una triste realidad.

Rosa Elena González

Es Licenciada en Relaciones Públicas. Ha colaborado con editoriales en El Mercurio.
Actualmente su columna Vida Diaria se publica en el Portal HOYTamaulipas y los periódicos La Verdad de Tamaulipas, Expreso, La Extra, La Voz de Tula, El Tiempo de Mante y Astronoticias, El Bravo de Matamoros y Canal 10