Después de la contienda de este 2019, lo peor para el PRI está por venir.

El otrora poderoso partido en Tamaulipas perdió las dos últimas elecciones, perdió miles de votos y perdió prerrogativas.

A partir de enero recibirá casi un 50 por ciento menos de los casi cuatro millones de pesos mensuales que venía recibiendo en el último año. El millón 700 mil pesos apenas le alcanzará para sostener el Comité Directivo Estatal.

Eso fue lo que originó la repentina renuncia de Gerardo de la Cruz en la presidencia del Comité Directivo Municipal en Matamoros. Como Contador sabe que las cuentas no cuadran.

Tras perder la presidencia municipal con Jesús de la Garza, el comité de Matamoros se había sostenido con la aportación de cuotas de los cuatro diputados locales, pero a partir de septiembre no tendrá ninguno.

Lo único que le queda al PRI local son dos humilles regidurías, cuyas cuotas son insuficiente.

Con tan poco dinero, el Comité Directivo Estatal se verá obligados a cerrar comités municipales. No hay alcaldes que financien, no hay diputados locales, hay muy pocos regidores y no habrá prerrogativas para repartir.

Ya antes había cerrado 26 sedes que reabrió por la temporada de campañas y a partir de los próximos meses podrían ser un mayor número de instalaciones las que sean cerradas.

Muchos de los priistas que hicieron negocios al amparo del Poder se fueron. Los que se quedaron están ausentes incluidos los ex alcaldes que por su seguridad prefieren estar al margen. 

¿Quién podría invertirle al PRI cuando no hay posibilidades de éxito ni a corto ni a mediano plazo?

Los rumores aluden a que la actual dirigencia estatal entregó las tres primeras regidurías municipales -en disputa en el 2021- en el ánimo de convencer a quienes participaron el mes anterior como candidatos a las diputaciones locales. 

Con el PRI tocando fondo y ante un inminente relevo en la dirigencia estatal, no hay quien quiera participar. Hasta hace unas semanas el único que había externado sus intenciones era Enrique Cardenas y es que la presidencia del CDE sería la oportunidad de promover sus aspiraciones hacia la candidatura al Gobierno del Estado.

En Matamoros, unas horas después de la renuncia municipal, el CDE entregó nombramiento a Rolando Rodríguez Saldivar, prácticamente un desconocido hasta para los propios priistas. La realidad es que nadie quiso entrar al relevo.

También se confirmó la renuncia de la Secretaria General, Magda Eloísa Ávalos quien había sido propuesta por la CTM.

El sector obrero se sigue deslindando del Partido. Lo mismo ocurrió en Tampico. Lo cierto es que para el PRI, lo peor está por venir.

maribelvillarreal@hotmail.es

Maribel Villarreal

Periodista en Matamoros, Tamaulipas
Es jefa de información en WRadio