Guatemala, (Notimex).- La postura del gobierno de Guatemala ante la posibilidad de convertirse en "tercer país seguro" para frenar la migración hacia Estados Unidos fue criticada por dos excancilleres, que afirman que esta nación carece de capacidad para acoger a los migrantes de El Salvador y Honduras.

El exvicepresidente (2004-2008) y excanciller (1996-2000) Eduardo Stein explicó que en caso de que Guatemala se convierta en tercer país seguro, deberá acoger a los hondureños y salvadoreños que soliciten refugio a Estados Unidos, en tanto se procesa su solicitud.

“Los guatemaltecos podrán quedarse en México quizá, pero hondureños y salvadoreños se van a tener que quedar aquí, el año pasado Guatemala tuvo algo así como 265 (personas) de refugio, mientras que el número de hondureños y salvadoreños cruzándose hacia el norte, superan los 50 mil anuales”, destacó.

En Guatemala “no tenemos actualmente capacidad de atender a plenitud a nuestra propia población con condiciones mínimas, acceso a servicios básicos y de condiciones económicas, mucho menos las vamos a tener frente a una población de más de cinco mil personas por mes”, dijo Stein, citado por el diario local La Hora.

El excanciller Gabriel Orellana (2000-2002) cuestionó si Guatemala tiene la capacidad para cumplir con las obligaciones internacionales de ser un tercer país seguro y si el presidente saliente, Jimmy Morales, tiene la legitimación moral y política de comprometer no solo al próximo gobierno sino a las siguientes administraciones.

Por su parte, los dos candidatos que se perfilan como los que disputarán la Presidencia en segunda vuelta, Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), y Alejandro Giammattei, de Vamos, también se pronunciaron sobre la posibilidad de que Guatemala se convierta en tercer país seguro.

El presidente Morales "ya no tiene ninguna facultad (...) él ya no debe estar tomando decisiones, que deje al próximo gobierno que lo haga, porque entiendo que él quiere firmar un acuerdo con Estados Unidos, para declarar al país como Tercer País Seguro y eso no le corresponde a él”, sostuvo Torres.

Asimismo, la abanderada de la UNE recordó que este tipo de procesos no solo le competen al Poder Ejecutivo, ya que requieren la aprobación del Congreso.

En contraste, Giammattei dijo estar de acuerdo en que Guatemala sea un tercer país seguro, pero consideró que el actual gobierno debería incluir al presidente electo en las negociaciones.

"Creo que habrá tiempo suficiente para después sentarse a platicar con el nuevo gobierno en ese periodo de transición, sobre la implementación de ser un tercer país seguro y los beneficios que podríamos tener en relación a apoyos de parte de los Estados Unidos”, añadió el candidato de Vamos.

La víspera, el ministro guatemalteco de Gobernación, Enrique Degenhart, afirmó que aún están analizando con Estados Unidos la posibilidad de que Guatemala se convierta en tercer país seguro.

"No es un tercer país seguro lo que se está analizando, vamos a romper ese paradigma.  Sí se va a firmar un convenio para apoyar a Estados Unidos en cerrar esas áreas grises de su ley migratoria y el proyecto es susceptible de cambio”, dijo Degenhart, de acuerdo con Emisoras Unidas de Guatemala.

El funcionario se reunió aquí la víspera con sus homólogos de El Salvador y Honduras, así como con el secretario interino de Seguridad Interna de Estados Unidos, Kevin McAleenan, para abordar el tema migratorio.

Tras el encuentro, los funcionarios acordaron fortalecer sus medidas de seguridad para mejorar los controles migratorios, incluidas pruebas de ADN en la frontera, lucha contra las estructuras delictivas y combate a la trata de personas.