Maki Esther Ortiz Domínguez hace mal en arrogarse triunfos ajenos. Y más porque ninguno de los candidatos a diputados locales por los distritos IV, V, VI y VII (con cabecera en Reynosa), antes o durante la campaña recibieron apoyo significativo de parte suya.

Esto podrían confirmarlo Juana Alicia Sánchez Jiménez, Javier Alberto Garza Faz, Francisco Javier Garza de Coss y Alberto Lara Bazaldúa, en un conciliábulo partidista para ventilar paradas (que se supone ya se dio), a fin de poner a cada cuál en su lugar. 

Hasta donde sé ella desplegó un operativo paralelo para que perdieran la contienda los cuatro abanderados albicelestes, en una clara respuesta al rechazo interpartidista para que su hijo Carlos Peña Ortiz y su mejor amiga, Lázara Nelly González Aguilar, no figurarán como candidatos uninominal ni plurinominal, respectivamente

Ahí están los juicios de inconformidad que no admiten lugar a dudas.

Obviamente, los alentados por ella.

Pero el tiro le salió por la culata. Y ahora, oportunistamente, cacarea la victoria, al suponer que así podría reclamar la candidatura gubernamental a +/- tres años de distancia.

Con todo y su chaqueteo político-administrativo y abuso de poder.

Recuérdese que:

1) En 2016, ya siendo alcaldesa de Acción Nacional se echó en brazos de la bancada priista del Congreso local, para que esta avalara su proyecto presupuestal de egresos del ayuntamiento fronterizo del 2017;

2) Que en 2018, acordó con Tatiana Clouthier Carrillo --quien entonces coordinara la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador--, un pacto (en lo oscurito) para hacerlo ganar en la frontera merced a la amistad establecida entre ambas en la LIX Legislatura del Congreso federal; y

3) Que ninguno de los cuatro diputados electos (aunque todavía deben esperarse los resultados oficiales), le han dado su voto de confianza.

Sin embargo, hoy Maki festina.

Y desde luego alza la mano como prospecto a la gubernatura.

Con todo y los procesos judiciales que enfrenta su marido --por delitos graves, como la trata de blancas--, y, ella misma, al cesar a funcionarios de la presidencia municipal por simple capricho.

En fin…

Variantes sin variedad

El recuento de actas que se dé en los tres distritos de Matamoros, por haber poca diferencia entre los contendientes del PAN y Morena, en nada impide que el PAN alcance 22 curules, ya que al perder incluso esos tres distritos por la vía uninominal, el albiceleste tendría las mismas 22, con la salvedad de que entrarían acorde a la votación emitida tres representantes proporcionales.

 Así que no hay que darle tantas vueltas al asunto.

Operadores efectivos

El mérito de efectividad en operación política, indudablemente es de César Augusto Verástegui Ostos.

Y lo afirmo porque en su zona de influencia, Distrito XVI (con cabecera en Xicoténcatl), el PAN alcanzó el porcentaje más alto.

Pero, además, obtuvo en otros distritos a su cargo --distritos XIII y XVI, con cabecera en San Fernando y el Mante--, el segundo y tercer lugar de la votación.

Mario Leal Rodríguez, el titular de la Unidad Ejecutiva de la Secretaría de Educación, con sus quehaceres administrativos también abonó al triunfo de los candidatos albicelestes en varios distritos por desplegar acciones en favor de alumnos, padres de familia, directivos y personal administrativo.

Así que no hay que escudriñar lo que a ojos está visto.

Recomposición

Movimiento Regeneración Nacional (Morena), es un buen proyecto. Pero lo lamentable es que tiene sólo un dirigente: Andrés Manuel López Obrador.

De ahí en fuera, es un alma sin dueño, un designio ausente, un partido sin rumbo, un ser abandonado…

Aquí en Tamaulipas, sus presumiblemente militantes y/o simpatizantes fallaron.

Unos por no entender el proyecto de la mentada cuarta transformación y los otros, los oportunistas, por codiciar posiciones sin entender de que ‘lo que natura no da, Salamanca no presta’.

Así que lo mejor sería darle vuelta a la hoja.

E-m@il

jusam_gg@hotmail.com

Juan Sánchez Mendoza

Ha ejercido el periodismo durante más de tres décadas, alcanzado premios estatales en dos ocasiones; autor del libro "68. Tiempo de hablar"(que refiere pormenores del memorable movimiento estudiantil); autor de ensayos literarios; y reportero de investigación de tiempo completo, acá en territorio nacional y más allá de nuestras fronteras y del continente americano.