Panamá,(Notimex).- El Papa Francisco llamó hoy a los sacerdotes a ayudar a sus comunidades "a superar miedos y recelos" ante el creciente fenómeno migratorio en América Latina, y pidió además potenciar a los jóvenes, quienes "se encuentran sumergidos en situaciones altamente conflictivas".

En un mensaje a los obispos centroamericanos, reunidos en Panamá para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), Francisco afirmó que "la Iglesia, gracias a su universalidad, puede ofrecer esa hospitalidad fraterna y acogedora para que las comunidades de origen y las de destino dialoguen y contribuyan a superar miedos y recelos".

“Acoger, proteger, promover e integrar a los pueblos pueden ser los cuatro verbos con los que la Iglesia, en esta situación migratoria, conjugue su maternidad en el hoy de la historia", afirmó el pontífice.

Francisco llegó la víspera a Panamá para participar en la Jornada Mundial de la Juventud, encuentro en el que participarán hasta el próximo domingo cerca de 200 mil jóvenes de unos 150 países.

El Papa consideró que este encuentro es una oportunidad para "acercarse aún más a la realidad de nuestros jóvenes" y llamó a promover programas y centros educativos que sepan acompañar, sostener y potenciar a la juventud, aquejada por problemas como violencia doméstica, feminicidios, bandas criminales, tráfico de droga y explotación sexual.

"Duele constatar que en la raíz de muchas de estas situaciones se encuentra una experiencia de orfandad fruto de una cultura y una sociedad que se fue 'desmadrando' (...) Hogares resquebrajados tantas veces por un sistema económico que no tiene como prioridad las personas y el bien común", sostuvo.

Asimismo, Jorge Mario Bergoglio destacó la importancia de respetar y valorar las culturas de los países de la región. "Vuestros pueblos no son el 'patio trasero' de la sociedad ni de nadie. Tienen una historia rica que ha de ser asumida, valorada y alentada", añadió.

En ese sentido, elogió la decisión de haber iniciado la JMJ con la jornada de la juventud indígena en la localidad de David y con la jornada de la juventud de origen africano, lo que calificó como un primer paso "para hacer ver ese plurifacetismo de nuestros pueblos".

Por último, el pontífice llamó a los obispos a no perder "la centralidad de la compasión", al recordar que el sacerdote debe ser "vulnerable a su pueblo", ser un pastor y no un administrador.

"La alegría del padre/pastor es ver que sus hijos crecieron y fueron fecundos. Hermanos, que esa sea nuestra autoridad y el signo de nuestra fecundidad", afirmó Francisco.

Al término del encuentro, efectuado en la Iglesia San Francisco de Asís, en el Casco Antiguo de la ciudad, el Papa saludó a cada uno de los obispos, y luego se retiró a la Nunciatura Apostólica, donde se hospedará hasta el próximo domingo, cuando concluirá la JMJ y Francisco regresará a Roma.