Este fin de semana se concretó lo que muchos priistas habían pedido desde julio pasado, que la dirigencia estatal se renovara ante la catástrofe que les dejo la “ola Morena”, a la que ayudo mucho el “liderazgo” de Sergio Guajardo.

Y aunque el nombre de Yahleel Abdala fue el primero que se escuchó cuando se hablaba de los relevos en el Revolucionario Institucional, muchos se fueron sumando e incluso se pensaba que promover a una mujer, joven y más aún una candidata perdedora, era como una mala broma.

Pero bueno, parece que su labor en la Cámara de Diputados, su elocuencia, como buena oradora y locutora que es, así como las buenas relaciones en la cúpula la llevaron a esta nueva encomienda.

Ojalá no sea mal agüero que la dirigente nacional Claudia Ruiz Massieu- que dicho sea de paso se tardó mucho en voltear a Tamaulipas- haya llegado apenas unos días antes del Día de Muertos, porque dicen que el PRI ya prácticamente es difunto.

La verdad, desde mi punto de vista, el PRI no está muerto, si un poco maltrecho después de dos huracanes, primero en la elección estatal y después en la federal-local, pero aun no en la morgue.

Lo que si les debe de quedar claro a todos los partidos políticos que si el tricolor perdió no lo hizo porque sea un mal partido, a ellos, los rojos, los venció el hartazgo en la sociedad de sus malos gobernantes, de las malas decisiones y sobre todo de por el enriquecimiento de quienes debieron proteger los recursos para dárselos a quienes más los necesitan.

Creo por lo que se escucha en los corrillos políticos, que no será una labor fácil para Yahleel y su equipo, porque viene el 2019 y no se ve por ningún lado que el PRI pueda obtener curules en el Congreso de Tamaulipas, por lo menos no las que se ganan por mayoría.

Sin embargo, quiero pedir permiso-más no perdón- para pensar muy mal y es que a la llegada a la dirigencia de la exdiputada federal se suma la próxima unción del también exlegislador federal, Pedro Luis Coronado a la CNOP Tamaulipas, después de que concluyera el periodo de Efraín de León.

Y no es que no crea que existe un amor verdadero por los colores del partido, tampoco que haya quienes aún piensen que pueden salvar las próximas elecciones y con ello lograr aumentar las participaciones que para el PRI tiene la autoridad electoral, jamás…

Aunque a decir verdad se me hace muy difícil pensar que un abogado reconocido como lo es el exdiputado federal matamorense, quiera ir a “poner de la bolsa” para tratar de salvar al moribundo.

Y por el lado de Yalheel Abdala algo muy bueno tienen que haberle prometido desde la cúpula para aceptar la encomienda, sobre todo cuando cada día más de uno de los distinguidos priistas abandona el barco.

Pienso y a lo mejor me equivoco que quienes ahora aceptan las encomiendas dentro de este PRI que quedo después del 1 de julio, lo hacen pensando en que en Morena ya no se puede hacer fila, pues muchos de sus exmilitantes aún están en la línea de espera en el Gobierno de la Cuarta Transformación.

O quizá en que vienen tiempos de alianzas, donde se jugara el todo por el todo y en el 2019, serán esa pieza del ajedrez que podría determinar el Jaque Mate.

En la alianza, las negociaciones podrían ser del todo benéficas para los del tricolor, porque el Congreso del Estado es la meta.

Hasta aquí por hoy

rosyrangel@hotmail.com

Rosy Pereda Rangel

Licenciada en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM

Corresponsal de TV Azteca desde hace 16 años

Actualmente coordinadora de Información de Expreso Matamoros